En 2023, más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis de opioides. La forma más eficaz de salvar a alguien en esta situación es administrar un medicamento llamado naloxona. Sin embargo, no siempre se llega a tiempo para administrarlo.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y del Hospital Brigham and Women’s (ambos en Estados Unidos) han desarrollado un nuevo dispositivo que esperan que ayude a eliminar esos retrasos y potencialmente salve la vida de las personas que sufren una sobredosis.
Leer el artículo completo en heraldo.es