La primera unidad de desintoxicación hospitalaria de la sanidad privada asturiana, la que el Sanatorio Covadonga abrió a finales de 2014 y hoy cuenta con cuatro camas, ha atendido en estos cinco años a 128 pacientes. El más joven tenía 19 años y un trastorno psicótico inducido por el consumo de cannabis. «Fumaba unos 25 porros diarios», recuerda el médico especialista en toxicomanías Eduardo Carreño. Sin embargo, el perfil más frecuente con el que trabaja esta unidad es el de un varón de mediana edad -unos 45 años- y problemas con la bebida.

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