Para lo bueno y para lo malo, los hábitos dejan una marca duradera en determinados circuitos cerebrales. Así lo sentencia una nueva investigación publicada esta semana en la revista Neuron. Según sus resultados, para alejarse de vicios como comer más dulces de los precisos cada día, hay que proponerse nuevas costumbres que sustituyan las que se quieren eliminar y… Es cuestión de tiempo. Dejará de suponer un esfuerzo para convertirse en una parte más de la rutina.
¿Por qué es tan difícil cambiar hábitos?
