Avisar inmediantamente a un médico, quien decidirá las medidas que hay que tomar y administrará, eventualmente un tratamiento.
Hay que informarle, lo más exactamente posible, acerca del producto o sustancia ingerida/fumada/inyectada (en todos estos casos está garantizado el secreto profesional).
En caso de SOBREDOSIS de opio, heroína, morfina, barbitúricos u otros medicamentos
Mientras se espera la llegada del médico:
- Si el sujeto aún respira bien y tiene buen pulso, pero está inconsciente o comatoso:
- No darle nada de beber.
- No tenderlo de espaldas, sino volverlo de costado para que, si vomita, no se ahogue.
- Si el sujeto se vuelve azul, tiene dificultad para respirar o ya no respira:
- Proceder inmediatamente a la respiración artificial, boca a boca, porque en caso de paro respiratorio, la muerte sobreviene en unos minutos. Para ello, volver totalmente la cabeza hacía atrás, cerrar la nariz, soplar en la boca a intervalos, unas 15 veces por minuto, hasta la llegada del médico o de la ambulancia, o bien, hasta que se reanude normalmente la respiración.
En caso de un «MAL VIAJE» debido al LSD o al hachis
- Si el individuo comienza a sentirse muy angustiado, perseguido o aterrado:
- Mostrarse muy amable con él, tranquilizarlo, tratar de hacerlo «volver».
- Colocarlo en un ambiente tranquilo y pacífico, rodearlo de afecto.
- Evitar toda broma de mal gusto que le pueda angustiar todavía más.
- Evitar todo gesto que pudiera ser interpretado como una amenaza; quedarse con él, nunca dejarle solo, y si la agitación, la angustia, el delirio o el pánico persisten, avisar a un médico.