Descripción
La metanfetamina es un estimulante sintético de alta potencia que afecta directamente al sistema nervioso central. Su estructura es similar a la anfetamina, pero sus efectos son más intensos y duraderos. Se utiliza principalmente de manera recreativa debido a sus efectos eufóricos, aunque también tiene aplicaciones médicas limitadas, como en el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la obesidad, bajo el nombre de metanfetamina clorhidrato.
Existen diferentes formas de metanfetamina, pero la más común es la metanfetamina cristalina, conocida en la calle como «cristal», «ice» o «crystal meth». Es altamente adictiva y tiene un alto potencial de abuso.
Presentaciones y Apariencia
- Polvo blanco o cristales transparentes: la metanfetamina puede presentarse como un polvo blanco, inodoro y amargo, o en forma de cristales transparentes y brillantes, que son la forma más popular y adictiva.
- Tabletas o Píldoras: en ocasiones, puede aparecer en forma de píldoras, aunque es menos común.
- Líquido: puede disolverse en agua y consumirse en forma líquida, aunque esta presentación es rara.
La metanfetamina se produce en laboratorios clandestinos, utilizando precursores químicos peligrosos como la efedrina o la pseudoefedrina, que se encuentran en algunos medicamentos para el resfriado. Los laboratorios de metanfetamina suelen ser altamente tóxicos, inflamables y peligrosos.
Cómo se usa / Consumo
La metanfetamina se consume de varias formas, y cada método afecta la rapidez y la intensidad de los efectos, así como los riesgos asociados.
- Fumada es la forma más común. La metanfetamina cristalina se coloca en una pipa de vidrio, se calienta y se inhala el vapor. Produce un efecto inmediato y muy intenso («rush») que dura solo unos minutos, pero la euforia prolongada puede durar horas.
- Inyectada: la metanfetamina en polvo o cristal se disuelve en agua y se inyecta directamente en el torrente sanguíneo. La inyección produce el «rush» más intenso, con efectos inmediatos en segundos.
- Esnifada: la metanfetamina en polvo se muele finamente y se inhala a través de la nariz. El efecto es más gradual que fumar o inyectar, pero sigue siendo potente, y la euforia puede durar varias horas.
- Ingestión Oral: la metanfetamina puede tomarse en forma de píldoras o mezclarse con alimentos o bebidas. Al ser ingerida, los efectos tardan más en aparecer (alrededor de 30 minutos), pero la euforia puede durar entre 8 y 12 horas.
- Suplementos o Parche (rara vez): en casos médicos, se puede prescribir en forma de tabletas o parche. Los efectos son controlados bajo supervisión médica, sin la euforia extrema asociada al uso recreativo.
Efectos
Efectos Deseados
- Euforia intensa y prolongada: uno de los principales motivos de su consumo es la sensación de bienestar extrema y euforia que puede durar entre 6 y 12 horas.
- Aumento de la energía: se experimenta un fuerte incremento en la energía física y mental, lo que lleva a la hiperactividad.
- Mayor concentración y productividad: algunes usuaries la utilizan para realizar tareas que requieren concentración prolongada.
- Pérdida de apetito: la metanfetamina reduce el apetito, lo que puede llevar a una pérdida de peso significativa.
- Aumento de la confianza y la sociabilidad: en el uso recreativo se produce una sensación de mayor facilidad para relacionarse socialmente.
Efectos Negativos
A Corto Plazo
- Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial: los efectos estimulantes pueden llevar a ritmos cardíacos peligrosamente altos.
- Hiperactividad y agitación: la persona puede volverse muy nerviosa o inquieta.
- Insomnio extremo: la metanfetamina puede mantener a las personas despiertas durante días, lo que provoca agotamiento físico y mental.
- Psicosis y paranoia: en algunos casos, el consumo provoca episodios psicóticos, con alucinaciones y delirios de persecución.
- Comportamiento violento o agresivo: La irritabilidad extrema puede llevar a la agresión o la violencia.
A Largo Plazo
- Adicción severa: la metanfetamina es extremadamente adictiva, lo que lleva a una dependencia rápida y devastadora tanto física como psicológica.
- Daño cerebral permanente: el uso prolongado puede causar daño en las áreas del cerebro relacionadas con la memoria, el aprendizaje y las emociones.
- «Boca de Metanfetamina»: deterioro dental severo debido a la sequedad en la boca, bruxismo (rechinar los dientes) y malos hábitos de higiene.
- Problemas dermatológicos: las personas consumidoras tienden a rascarse compulsivamente, lo que provoca llagas y cicatrices en la piel.
- Desnutrición: la pérdida de apetito a largo plazo conduce a una malnutrición grave y a un deterioro físico notable.
- Paranoia crónica y psicosis: a medida que el uso continúa, las personas pueden experimentar alucinaciones y delirios permanentes.
Reducción de Riesgos
La metanfetamina es una de las drogas más peligrosas debido a su alto potencial adictivo y sus efectos devastadores en la salud física y mental. Sin embargo, si una persona elige consumirla, existen algunas estrategias que pueden ayudar a minimizar los daños. Estas prácticas no eliminan los riesgos asociados, pero pueden reducir algunos de los efectos más perjudiciales.
- Usa dosis controladas: comenzar con una dosis pequeña es esencial, especialmente para usuarios nuevos o aquellos que han tomado un descanso prolongado. Las dosis pequeñas pueden ayudar a evitar los efectos más peligrosos, como la sobredosis o la psicosis.
- Evita el consumo prolongado («Runs»): os consumidores crónicos a menudo consumen metanfetamina durante varios días sin dormir, lo que provoca un agotamiento físico y mental severo, además de aumentar el riesgo de psicosis.
- Hidátate y come bien: la metanfetamina causa deshidratación, por lo que beber agua regularmente es clave para evitar complicaciones como golpes de calor o fallos renales. Aunque la metanfetamina reduce el apetito, es crucial consumir alimentos ricos en nutrientes para evitar la malnutrición. Incluso si no se tienes hambre, se recomienda ingerir pequeñas cantidades de alimentos fáciles de digerir.
- Evita compartir agujas y material de consumo: para quienes consumen metanfetamina por vía intravenosa, es vital usar siempre agujas nuevas y esterilizadas. No compartas jeringuillas, pipas, o cualquier otro material de consumo para evitar la transmisión de enfermedades como el VIH, la hepatitis B y C.
- Cuida la salud dental («Boca de Metanfetamina»): la metanfetamina causa sequedad bucal extrema y bruxismo (rechinar los dientes), lo que contribuye a la aparición de caries severas. Masticar chicle sin azúcar puede ayudar a estimular la producción de saliva y reducir la sequedad bucal.
- No la consumas con otras drogas: la metanfetamina, cuando se mezcla con depresores como el alcohol, opiáceos o benzodiacepinas, puede ser extremadamente peligrosa. Las combinaciones con otros estimulantes como la cocaína aumentan el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales.
- Consume en un entorno seguro y con personas de confianza: consumir en un ambiente seguro y estable puede ayudar a evitar episodios de paranoia o ansiedad extrema. Estar rodeado de personas de confianza que puedan ofrecer ayuda es especialmente importante.
- Conoce los signos de sobredosis: saber reconocer signos de sobredosis, como respiración lenta o irregular, convulsiones o pérdida de conciencia, es crucial.
- Buscar apoyo profesional: si el consumo de metanfetamina comienza a afectar negativamente tu vida, busca tratamiento psicológico, puede ser clave para reducir los daños.
Legislación
La metanfetamina es una de las sustancias más controladas a nivel mundial.
A nivel europeo:
- Control de drogas: La metanfetamina está incluida en la Convención sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, que prohíbe su producción, posesión y distribución para fines recreativos en toda la UE. Se aplica un estricto control sobre su tráfico y fabricación ilegal.
- Uso médico: Aunque existen algunas formas legales de anfetaminas para tratar trastornos como el TDAH, la metanfetamina no está aprobada para uso médico en la mayoría de los países de la UE.
En España:
- Uso y posesión: El consumo y posesión de metanfetamina en espacios públicos están sancionados con multas administrativas bajo la Ley de Seguridad Ciudadana. El tráfico, distribución o fabricación son considerados delitos graves en el Código Penal, castigados con penas de prisión significativas.
- Uso medicinal: No está autorizado su uso médico en España, y es considerada una droga de alto riesgo.
En otros estados miembros:
- Control de sustancias: Países como Alemania, Francia y el Reino Unido también prohíben el uso recreativo de la metanfetamina y tienen severas sanciones por su tráfico y posesión. En algunos países, como República Checa, el consumo de metanfetamina es más prevalente, lo que ha generado mayores esfuerzos en términos de prevención y control del tráfico.
Argot
Speed, meth, met, tiza, chalk, hielo (ice), cristal (crystal), arranque (crank), vidrio (glass)…