Los profesores están en una posición privilegiada para ayudar a los alumnos que puedan tener problemas con el alcohol u otras drogas. Cuanto antes se detecte y se actúe sobre un problema, mayores son las posibilidades de que el estudiante lo supere. Aunque la evaluación y el tratamiento son responsabilidad de otros especialistas, el profesor tiene un papel fundamental en la identificación y en la búsqueda de ayuda para los estudiantes que puedan haber comenzado a desarrollar problemas como resultado de su consumo de drogas.

La responsabilidad de los profesores en lo relativo a la identificación temprana y derivación de los estudiantes que pueden estar experimentando problemas relacionados con las drogas difiere poco de las que tienen para identificar y derivar a los estudiantes con otro tipo de problemas. Al margen del área de conocimientos de la que los profesores se ocupen, sus responsabilidades profesionales incluyen la observación del trabajo y la conducta de sus estudiantes, el registro y análisis de sus observaciones, la elaboración de acciones para remediar el problema, y si es necesario, enviar a los estudiantes con problemas de aprendizaje o conductuales a que reciban una ayuda profesional más especializada.

Las habilidades y prácticas que se precisan para identificar a los estudiantes con problemas académicos, personales o de comportamiento, de cualquier tipo, se pueden transferir a la identificación y derivación de estudiantes que puedan tener problemas con el alcohol u otras drogas. El procedimiento de identificación y derivación se basa en el juicio profesional y en las habilidades de los profesores así como en la aplicación de las directrices de la escuela.

El Módulo 2 describe un proceso de cinco pasos para identificar y ayudar a los estudiantes que puedan tener problemas de alcohol u otras drogas, e incluye una lista para ayudar a aplicar el proceso. Los cinco pasos son:

  1. Revisión de las directrices
  2. Recoger información sobre el problema
  3. Situar al estudiante en el continuo del consumo de drogas
  4. Decidir un plan de acción
  5. Recurrir a los servicios escolares o comunitarios

Estos pasos, incluyendo la opción de «no hacer nada más» se ilustran en el diagrama de la Figura 1 que aparece a continuación. Hay que destacar que este es un proceso flexible, en el cual el profesor puede tomar diversas «rutas» para obtener ayuda para el estudiante incluyendo la posibilidad de informar inmediatamente del incidente a otros.

Guía Profesorado - Módulo 2. Ayudar a los estudiantes

Ruta 1: El profesor recurre a un servicio escolar o comunitario inmediatamente después del paso 1 (Revisión de directrices)

Ruta 2: El profesor completa los pasos 1 y 2 (a) (recogida de información continuando la observación del estudiante), antes de derivar el problema a otros servicios escolares o comunitarios.

Ruta 3: El profesor completa los pasos 1, 2 (a) y 2 (b) (comentar el problema con otros miembros del personal escolar para recoger más información), antes de derivar el problema hacia otros servicios escolares o comunitarios.

Ruta 4: El profesor completa los pasos 1, 2 (a), 2 (b), y 2 (c) (recogida de información hablando con el estudiante sobre su consumo), antes de derivar el problema a otros servicios escolares o comunitarios.

Ruta 5: El profesor completa los pasos 1, 2 (a), 2 (b), 2 (c), y 3 (situar al estudiante dentro del continuo de drogas), y 4 (decidir un plan de acción, y lo envía a un determinado servicio escolar o comunitario.

La «ruta» para iniciar el proceso de ayuda dependerá de diversos factores: las directrices y procedimientos del centro escolar; los servicios disponibles en la escuela y la comunidad; el nivel de habilidad y confianza del profesor y la naturaleza del incidente inicial o preocupación que sugirió la existencia del problema. El proceso de ayuda debe ser un «esfuerzo de equipo» implicando a todas las personas necesarias, incluyendo a los padres. Es sin embargo imprescindible empezar el proceso a partir de un incidente o preocupación.