Redacción-
Este último año ha sido el peor año en cifras de la llamada crisis de las sobredosis en Estados Unidos, que se estima que se ha cobrado 100.000 muertes en el 2021.
Las sobredosis en 2015 afectaban más a la población blanca. Esto se debía a que el antecedente a la crisis a la sobredosis es la campaña de marketing que farmacéuticas como Purdue Pharma hicieron sobre su producto estrella la Oxycotin, un opioide que se recetaba para aliviar el dolor. La campaña de márquetin centrada en reducir la percepción de riesgo de adicción a este tipo de fármacos, entre un público blanco precario, provocó que en 2016 el 80% de los fármacos opioides para tratar el dolor de todo el mundo se consumieran en Estados Unidos.
Cuando los usuarios empezaron a saltar del mercado legal de Oxycotin al mercado ilegal de heroína, que es más barato, es cuando empezó la crisis de las sobredosis, sobre todo a raíz de la expansión del fentanilo como adulterante de la heroína, un opioide sintético de alto riesgo. Desde entonces las poblaciones racializadas han tenido índices de crecimiento en sobredosis mayores al de las poblaciones blancas. Como consecuencia actualmente las personas negras superan en número a las personas blancas, y se sitúan a la par que los indios americanos o los nativos de Alaska, siendo estos los grupos con más probabilidades de morir por una sobredosis.
Hubo 54,1 sobredosis mortales de drogas por cada 100.000 personas negras en los Estados Unidos en 2020. Eso fue similar a la tasa entre los indios americanos o nativos de Alaska (52,1 muertes por cada 100 000 personas) y muy por encima de las tasas entre las personas blancas (44,2 por cada 100 000 ) y personas hispanas (27,3 por 100.000).
La tasa de mortalidad por sobredosis entre las mujeres negras aumentó un 144 % entre 2015 y 2020, superando con creces los aumentos porcentuales entre las mujeres de todos los demás grupos raciales o étnicos durante el mismo período. Aun así, las mujeres indias americanas o nativas de Alaska continuaron teniendo la tasa más alta en 2020.
La pandemia de Covid-19 aumentó el impacto de la crisis de las sobredosis. En mayo de 2020 se registró un pico que llevó a las 9.400 muertes en un solo mes. Seguramente este aumento fue debido a un menor acceso al tratamiento y un aumento de los problemas de salud mental asociados con la pandemia. A pesar de que las muertes por sobredosis se han disparado, la preocupación pública sobre la adicción a las drogas en los EE. UU. ha disminuido.
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