El tabaco destruye al año ocho millones de vidas humanas, 600 millones de árboles, 200.000 hectáreas de tierra, 22.000 millones de toneladas de agua y 84 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), según Organización Mundial de la Salud (OMS).

La institución ha aprovechado el Día Mundial Sin Tabaco para publicar el informe Tabaco: envenenando nuestro planeta, que aborda las desastrosas consecuencias del tabaco sobre el mundo.

«La mayor parte del tabaco se cultiva en países de ingresos bajos y medios, donde el agua y las tierras de cultivo suelen ser desesperadamente necesarias para producir alimentos para la zona. En lugar de ello, se utilizan para cultivar las mortíferas plantas de tabaco, mientras que cada vez se eliminan más tierras de los bosques», critica el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas-

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