La próxima semana comenzará una experiencia de seis meses con unas 40 familias implicadas
Balears va a ser durante los próximos seis meses el marco de una experiencia sin precedentes en España, destinada a ayudar a las familias de aquellas personas que han sido consumidores de drogas y que se encuentran en tratamiento para poner fin a su dependencia.
A partir de la próxima semana, un equipo de ocho investigadores y una treintena de formadores, dirigidos por la doctora de Ciencias de la Educación y profesora de la Universitat balear Carmen Orte, va a iniciar un programa piloto con unas 40 familias isleñas, con hijos de edades comprendidas entre los 8 y los 12 años, que tiene como uno de sus objetivos básicos el prevenir la aparición de conductas problemáticas entre esos menores.
Carmen Orte destacó que los hijos de personas que han padecido una drogadicción se encuentran en un grupo de riesgo donde es más probable que aparezcan conductas problemáticas en el futuro, como comportamientos antisociales, delincuencia, consumo de estupefacientes, sexualidad precoz y abandonos escolares o del hogar.
Aplicación práctica
Durante los últimos meses se ha desarrollado la parte ´teórica´ del plan, basándose en la experiencia que ya se ha obtenido en esta materia en Estados Unidos, con el diseño de los programas y las actuaciones que a partir de la próxima semana se van a llevar a la ´práctica´.
Para ello, se han constituido dos grupos con unas 20 familias en cada uno, y cada uno de ellos va a trabajar durante tres meses el comportamiento que debe tenerse en el seno familiar. En un primer momento se actuará con los padres, luego con los niños y posteriormente con ambas partes de forma conjunta.
Entre otros aspectos del trabajo que se va a desarrollar, según destacó Orte, está el enseñar a los padres las ´herramientas´ necesarias para afrontar los problemas que surgen en la relación con sus hijos, como la necesidad de que vuelvan a percibir los comportamientos positivos y altruistas que los niños tienen, y no sólo los negativos.
Hay que tener en cuenta que las personas que están intentando abandonar una drogadicción tienen en muchos casos problemas para establecer vínculos afectivos correctos con sus hijos, y su nivel de tolerancia frente al comportamiento de éstos es en ocasiones muy bajo.
Este programa pionero en España se desarrolla por parte del equipo de la Universitat en colaboración con Projecte Home Balears, y en una segunda fase busca su implantación en los centros de esta organización de toda España, de forma que cuando una persona que padezca una drogodependencia acuda en busca de ayuda, pueda recibirla tanto en lo referente al abandono de su dependencia como en lo relativo a los conflictos que pueden derivarse en el seno familias.
Además, Carmen Orte destacó que la experiencia estadounidense confirma que esta actuación en el seno familiar refuerza el abandono de las drogas.