Las nuevas generaciones evolucionan a un ritmo desenfrenado gracias, en parte, a la digitalización. Un ejemplo de ello es la conocida como generación Z o centennials, los nacidos entre 1997 y 2010, quienes poco a poco han ido cambiando los hábitos de ocio, reemplazando el alcohol y la fiesta.
“Podía pasarlo igual de bien bebiendo que sin beber”, asegura Blanca, quien a sus 22 años ha dejado de beber alcohol porque no le gusta el sabor y afirma que “no aportaba mucho” a su vida social. Otro ejemplo es el de Javi, de 25 años, quien no ha bebido nunca y prefiere consumir otro tipos de bebidas no alcohólicas cuando sale con amigos.
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