Uno de cada 20 trabajadores valencianos, el 5 por ciento del total, afirman que el motivo que les llevó a consumir drogas fue que aumentara su rendimiento laboral. La mitad de los empleados encuestados por la Conselleria de Sanidad aseguran que saben del abuso del alcohol o de otra sustancia adictiva por parte de alguno de sus compañeros.
Obtener un mayor rendimiento laboral es la razón que dan el 5 por ciento de los empleados valencianos para explicar por qué comenzaron a tomar drogas. Las condiciones de trabajo son la otra justificación que alegan sobre su consumo.
Según un estudio de la Conselleria de Sanidad, la mitad de los trabajadores de la Comunitat Valenciana encuestados aseguran que conocen el abuso del alcohol o de otra sustancia por parte de alguno de sus compañeros. La adicción a las drogas y sus consecuencias en el ámbito del trabajo forman uno de los ejes en los que se centra el Plan Estratégico sobre Drogodependencias 2006-2010 presentado ayer por el conseller de Sanidad, Rafael Blasco.
Los objetivos de la lucha contra las drogas ya no sólo se centran casi en exclusiva en los jóvenes. Una de las medidas prioritarias que recoge el plan es elaborar una guía laboral, titulada Mano a mano. Este manual servirá como orientación para la prevención y la asistencia de las drogadicciones en el ámbito del trabajo.
Alcohol y cocaína
«Indudablemente declaró el conseller Blasco, detrás de algunos accidentes de trabajo está alguna droga». Este consumo, añadió, se produce de «forma ingenua»; es decir, sin saber las consecuencias que tiene tomar cada sustancia.
Este hábito está tan extendido que, según Blasco, el 50 por ciento de los encuestados «reconocen que hay abuso de sustancias en su entorno de trabajo». Algunos estudios ya han confirmado la importante presencia del consumo del alcohol y de la cocaína entre los hombres de entre 35 y 45 años. De hecho, en esas edades la cocaína aparece como una de las causas más habituales de ataque al corazón.
El Plan Estratégico sobre Drogodependencias admite la poca intervención terapéutica en el ámbito laboral. Así, prevé impulsar los talleres y cursos en el trabajo de prevención y sensibilización sobre las drogas. Para ello será necesaria la implicación de las empresas, apuntaron desde Sanidad. Otra de las medidas que propone el plan es que la familia del empleado participe en estas actividades de prevención de las drogas en el ámbito laboral.
Mensajes de móvil a jóvenes
Al margen de fijarse más en la prevención laboral de las drogas, la Conselleria de Sanidad seguirá prestando su máxima atención a la infancia y la juventud. La Generalitat usará las nuevas tecnologías para captar la atención en estas edades. A partir del próximo otoño empezará a enviar mensajes de texto (SMS) a los móviles de los jóvenes con eslóganes contra el consumo de drogas. Sanidad tiene previsto organizar en septiembre un concurso entre jóvenes para determinar cuáles son las tres mejores frases para los mensajes.
El gerente la Agencia Valenciana de la Salud, Manuel Cervera, explicó que la Conselleria usará unos listados con los números de teléfono de los jóvenes y adolescentes. Los SMS serán enviados en los días y en las horas de mayor riesgo de consumo, como las noches de los fines de semana.
El empleo de las consultas de los jóvenes a través de Internet y el incremento de las acciones preventivas en las discotecas son otras de las armas que destacó el conseller Blasco en la prevención del consumo de drogas.
A través de los padres
Manuel Cervera, quien aseguró que la Comunitat Valenciana ya tenía «el mejor plan autonómico de drogodependencias», apuntó que una de las maneras de llegar a los jóvenes es «a través de los padres», mediante actividades de prevención familiar.
Otra herramienta que usará la Generalitat será la introducción de contenidos divulgativos sobre los peligros de las drogas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. El Plan Estratégico sobre Drogodependencias aspira a aportar una asistencia más individualizada. El principal objetivo de sus 115 millones de presupuesto es centrarse en el paciente como lo más importante.
Por eso el 31 por ciento del dinero, unos 36 millones, se dedicarán a acciones de integración social de los pacientes. Los programas de prevención del consumo y de asistencia sumarán 56 millones, el 48 por ciento del total. Como objetivos concretos, el plan se marca llevar los programas de prevención al 100 por ciento de los escolares y ampliar la red de centros públicos de asistencia.