Las adicciones del siglo XXI no son las mismas que las de los años ochenta. La realidad dista mucho de lo que hace veinte años era el reflejo de aquella parte de la sociedad ‘enganchada’. Hoy en día las adicciones arrastran a jóvenes almerienses a un mundo oscuro y repleto de frustraciones que convierte su vida y la de su familia en un continuo malestar, sentimientos de culpabilidad y otros trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión. Se trata de un fenómeno social nuevo que está llevando a adolescentes de 14 y 15 años a un uso abusivo de las nuevas tecnologías como Internet, los móviles o los videojuegos, así como también a las compras compulsivas e incluso al sexo pagado.

La realidad es visible, y las encuestas realizadas en varios institutos de la capital así lo demuestran. Aunque en este sentido, el difícil de distinguir entre el uso normal y el uso compulsivo, y mucho más de admitir que se tiene una adicción. En esta tarea precisamente, entre otras muchas, es en la que trabaja el equipo humano de médicos, enfermeros y trabajadores sociales del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de Almería, que pertenece al Área de Servicios Sociales de la Diputación Provincial. «Tenemos un equipo de profesionales muy cualificados para tratar a jóvenes y a personas con adicciones de distinto tipo. En la actualidad los casos que más se tratan desde este servicio son problemas crónicos como por ejemplo la adicción al alcohol, a la heroína y a la cocaína, aunque trabajamos con todo», asegura el director del centro, Francisco J. Andrés.

Motivaciones

Sin embargo, los patrones sociales cambian y la moda del momento son las adicciones a las nuevas tecnologías, a las compras compulsivas, al sexo o a los videojuegos entre otras -sobre todo en los más jóvenes-», explicó a IDEAL el director del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones, quien además quiso hacer hincapié en que las principales motivaciones de estas adicciones son en un 28,8 por ciento experimentales y por placer (ésta última sobre todo en el caso de las compras compulsivas); en un 25,8 por ciento por cuestiones de adaptación e integración; y en un 25,1 por ciento por pasividad o huida de problemas o prejuicios.

Las cifras de adicción a las nuevas tecnologías son una realidad, pero ésta no se refleja en las consultas del Servicio de Drogodependencias, pues como apuntó su director, «hay muchísimos casos, pero el problema está en que no se solicita ayuda porque es muy difícil de admitir y de reconocer. Es por esto por lo que cuando un paciente nos pide ayuda consideramos que ya tenemos avanzado un 50 por ciento en la horquilla del éxito, por la dificultad de reconocerlo que es lo más importante».

Estos nuevos adictos suelen ser casi siempre jóvenes adolescentes, por lo que los profesionales alertan de que «se está iniciando una problemática social que es necesario vigilar muy de cerca».

Un psicólogo y sexólogo con clínica en Almería aseguró a este periódico que, en su mayoría, los casos de adicción al sexo están relacionados con personas con muchas dificultades para relacionarse. «Lo normal es que estos pacientes consuman sexo compulsivamente en prostíbulos y cuando deciden pedir ayuda es porque ya tienen problemas de dinero, no porque recapaciten sobre su adicción al sexo», y destacó el caso de uno paciente que, «me ha confesado haberse gastado en una semana hasta 6.000 euros en sexo, porque se encontraba sólo y no tenía a quién acudir».


Sociedad del consumismo

Estas nuevas adicciones son, en opinión de este psicólogo, manifestaciones de la sociedad del consumismo en la que «se busca la satisfacción fuera de uno mismo». El perfil de estos nuevos adictos suele ser el de personas con problemas a la hora de establecer relaciones interpersonales, tímidos, con un nivel de voluntad bajo y con grandes carencias afectivas.

El Servicio Provincia de Drogodependencias y Adicciones de Almería atiende cada año entorno a unos 1.300 pacientes nuevos en toda la red provincial de centros, entre los que priman los adictos crónicos a sustancias como alcohol, heroína o cocaína.

No obstante, Francisco Andrés recuerda que las drogas más consumidas son las sustancias legales como el tabaco o el alcohol, aunque no sean los casos más frecuentes de tratamiento en el centro «porque la sociedad lo ha normalizado y no ven un problema grave en ello». Y del mismo modo asegura que, «entre las consumiciones de sustancias ilegales a la cabeza del ranking se encuentra el hachís».

Actualmente, el Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones coordina a una red provincial de centros, formada por uno en Roquetas de Mar, otro en El Ejido, en Berja, Vera, Vélez Rubio y Macael. La sede principal se encuentra ubicada en el Hospital Provincial, con dirección en Paseo San Luis S/N, cuyo teléfono de contacto es el 950 281032.