Comenzar las políticas de prevención de consumo de drogas en edades tempranas, atendiendo a las cada vez más tempranas edades de inicio de los jóvenes, es una de las apuestas de la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, quien declaró que «hay que intervenir antes de que los niños se acerquen al consumo».
Así mismo, la delegada del Gobierno explicó que el consumo de alcohol se encuentra en los 13 años y medio, mientras que para el cannabis y la cocaína, se sitúan entre los 15 y los 17 años, respectivamente. Moya subrayó la gravedad de estos datos ya que «el proceso de maduración cerebral de los niños no ha concluido y son más vulnerables sobre los efectos que producen las drogas que los adultos».
Además, Moya denunció que «la sociedad tiene una percepción baja del riesgo» y que los efectos que producen ahora las drogas «están más silenciados que antes con la heroína». Y añadió: «Ahora se llega a pensar que uno controla lo que está consumiendo, pero esas personas a medio y largo plazo tendrán muchos problemas con la salud porque jugar con las drogas es jugar a la ruleta rusa».