La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y los colegios de farmacéuticos de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife han renovado el convenio que en materia de drogodependencias vienen desarrollando conjuntamente y que incluye un amplio marco de colaboraciones en los ámbitos de la información, prevención y asistencia.
El documento ha sido firmado por la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Mercedes Roldós; el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Schwart, y el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas, José Luis Mola.
En el contenido del convenio destaca, dentro del ámbito asistencial, el acuerdo por el que las oficinas de farmacia del Archipiélago continuarán colaborando en la dispensación de metadona, sin limitar el número de pacientes atendidos por farmacia, lo que responde a los buenos resultados obtenidos hasta el momento y a los objetivos de promover y optimizar la utilización del programa.
Esta iniciativa posibilita la descentralización de los programas de disminución de daños y riesgos por los que se suministra metadona a determinado tipo de drogodependientes, pudiéndose realizar el tratamiento desde las farmacias con un control personalizado y directo.
La renovación de este convenio supone una importante colaboración de las oficinas de farmacia del Archipiélago con los programas de información, prevención y asistencia puestos en marcha por la Dirección General de Atención a las Drogodependencias, constituyendo un ejemplo de la necesaria coordinación e implicación de distintos ámbitos profesionales y sociales en la prevención y búsqueda de alternativas ante el consumo de drogas.
Características del programa
En este programa de apoyo a la labor en drogodependencias participan aquellas farmacias que se ofrecen voluntariamente, siendo acreditadas a tal efecto para el tratamiento con sustancias opiáceas.
En el desarrollo de este proceso se mantiene una coordinación e información entre los farmacéuticos y el equipo terapéutico de la Unidad ambulatoria de Atención a las Drogodependencias de referencia (UAD) sobre todas las incidencias que observen en los pacientes asignados.
Los pacientes que lo desean y que reúnen los perfiles establecidos por los centros de drogodependencias pueden acogerse a esta modalidad, evitando posibles problemas de saturación en algunos centros de atención.
Asimismo, aquellos enfermos que tengan fijada su residencia en núcleos alejados, tienen la posibilidad de recibir una atención más próxima, evitando así molestos desplazamientos.