Cien jóvenes fumadores de Elche, con edades comprendidas entre los 14 y 18 años, están dispuestos a dejar el tabaco poniéndose en manos de profesores especializados de la Universidad Miguel Hernández (UMH). Se trata de los docentes que integran el grupo de Análisis, Intervención y Terapia Aplicada con Niños y Adolescentes, denominado Aitana, de la institución ilicitana, quienes están llevando a cabo un estudio en colaboración con la University of Southern California.
La finalidad de la investigación es adaptar un programa para el tratamiento del tabaquismo en adolescentes fumadores, una terapia inexistente en la actualidad en el país, ya que todos los métodos para eliminar la adicción al tabaco están orientados a la población adulta, explica el investigador principal del grupo, José Pedro Espada.
«El nuevo programa remediaría una carencia importante, puesto que a pesar de que existen tratamientos eficaces para dejar de fumar dirigidos a adultos, no existen en nuestro país programas específicos para adolescentes», apostilla, y agrega que «la intervención precoz en el tabaquismo es muy pertinente dado que se evita un deterioro mayor de la salud, se aumenta la probabilidad de abstinencia y se evita un mayor grado de adicción e intensidad de consumo».
El sistema que tiene previsto utilizar Aitana con los chavales fumadores de varios institutos de la ciudad es la adaptación del método ideado por un grupo de profesores de la universidad norteamericana, dirigido por el doctor Steve Sussman, reconocido investigador en el área de la salud pública y que participa como consultor en el estudio español. El interés que ha suscitado el proyecto del grupo de la Miguel Hernández se refleja en que ha obtenido financiación por parte del Ministerio de Economía y Competitividad para ejecutarlo durante tres años.
En la primera fase de la investigación, el equipo de Espada ha modificado y adaptado este programa terapéutico a las características de la población local. Durante mes y medio, los profesores de la UMH realizarán el ensayo clínico con un centenar de jóvenes de últimos cursos de la ESO y de bachillerato.
«Son chavales que ya empiezan a notar los efectos negativos del tabaco en la salud y están dispuestos a intentar dejarlo», comenta el profesor Espada.
Los investigadores analizarán el efecto de características psicopatológicas en los jóvenes como la depresión, ansiedad y otras adicciones como el consumo de alcohol, además de las personales como la motivación, eventos vitales negativos y preocupación por la ganancia de peso como variables moduladoras en la eficacia del programa. Observarán también el mantenimiento de la abstinencia y las posibles recaídas, haciendo un seguimiento durante seis meses de los participantes en el proyecto.
Motivación
Los jóvenes asistirán a una serie de sesiones con los psicólogos destinadas a aumentar la motivación para dejar el tabaco, desarrollar habilidades personales y el compromiso personal para dejar el consumo. Para ello los especialistas combinarán diferentes técnicas psicológicas eficaces en el tratamiento del tabaquismo, como las técnicas de control de la activación y meditación, la toma de decisiones, estrategias motivacionales y prevención de recaídas.