México exporta muchas plantas célebres al mundo, pero en las regiones donde se cultiva amapola uno puede conducir durante horas por caminos que no merecen ese nombre con la sensación de que la agricultura se esconde. En la sierra de Guerrero, un estado situado en la costa del Pacífico en el que se siembra más del 60 por ciento de la amapola del país, el maíz y los árboles frutales solo crecen en pequeñas parcelas alrededor de las casas. Encontrar matas de café es casi un imposible. Para escuchar historias sobre cómo la vida giraba alrededor de estos cultivos hay que hablar con los más viejos del lugar o rebuscar en los recuerdos infantiles. Incluso en ellos, el rojo intenso de las flores de amapola es parte fundamental de las escenas.
Amapola. La planta que floreció en el campo mexicano
