La Cámara de Diputados dio sanción hoy a un proyecto de ley que prohíbe el expendio de las bebidas denominadas «energéticas» en boliches y lugares de reunión en los que también se venda alcohol.

La iniciativa fue impulsada por la diputada justicialista Cristina Pérez y contempla «castigos» que llegan hasta la clausura definitiva de comercios para quienes no cumplan con las disposiciones.

«Los efectos de estas bebidas son comparables a los de una droga, porque estimulan el sistema nervioso central y pueden llegar a dañarlo», justificó Pérez.

La legisladora agregó que el consumo de energizantes también puede «trastornar las funciones cardíacas», provocar «hipertensión, hiperactividad, dilatación de las pupilas, vómitos, actitudes agresivas» y hasta «depresión crónica».

Pérez recordó que una resolución dictada tiempo atrás por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) obligó a los productoras de bebidas energizantes «reducir la cantidad de cafeína» en la bebida de 35 a 20 miligramos por cada 100 mililitros.

Al respecto, dijo que la disposición de la ANMAT exige que en las latas que contienen la bebida se inscriba la leyenda «El consumo con alcohol es nocivo para la salud».

«Lo preocupante en Mendoza es que la edad de iniciación de consumo de bebidas energizantes en los adolescentes se redujo de 16 a 14 años» de edad, explicó la diputada justicialista.

En tal sentido, agregó que en países como «Francia, Dinamarca y Noruega las bebidas de ese tipo son vendidas en farmacias pero para personas mayores de 18 años».

Pérez resaltó que en Tucumán, Córdoba, Tierra del Fuego, Corrientes y La Rioja las autoridades decidieron crear normativas de prohibición o restricción para las bebibas energizantes.