El consumo de las adolescentes sobrepasó al de los hombres. Las chicas se muestran estresadas por llevar una vida repleta de responsabilidades a una corta edad. Abusan de sustancias y del cigarrillo para escapar de la presión o para imitar a los más grandes.

Estos resultado fueron arrojados por el Sondeo Nacional sobre el Uso de Drogas y Salud del 2004. El mismo entrevistó a 70.000 familias norteamericanas, informó el diario El Nuevo Herald.

Entre los datos extraídos se pudo comprobar que en los últimos dos años las mujeres jóvenes comenzaron a fumar marihuana y cigarrillos y a beber alcohol en mayor medida que los hombres. Además, se caracterizan por abusar de medicinas recetadas.

Según la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca las adolescentes expuestas a estos abusos corren mayores riesgos de contraer depresión, adicción o estancamiento en el crecimiento. Esto suele relacionarse con un comportamiento sexual arriesgado.

“Es realmente preocupante que las muchachas están ganando” esta triste carrera, declaró Warren Seigel, director del departamento de pediatría del Hospital Coney Island de Brooklyn. “Este no es el juego en el que debían ganar”.

Si bien no se pueden generalizar los motivos que llevan a las jóvenes a abusar de las sustancias, académicos, terapistas, maestros y adolescentes coincides que tiene que ver con la presión que las agobia. A diferencia de los hombres, que usan las drogas como un estimulante, las chicas recurren a ellas como un escape o para imitar a los más grandes.

Meghan Ward, de 18 años, explicó que “las muchachas quieren hacer lo que los muchachos mayores están haciendo o quieren ser cool«. Nosotras experimentamos mucho estrés de todas partes: de la escuela, el trabajo; tenemos novios y queremos mantener buenas amistades. Es duro”.

En el 2004, un millón y medio de chicas comenzó a beber; 730.000 empezaron a fumar cigarrillos y 675.000 a fumar marihuana.