La Unión Europea (UE) se ha propuesto atajar el tabaquismo de forma contundente. A las últimas directivas comunitarias encaminadas a eliminar la publicidad del tabaco a corto plazo, se han unido medidas más agresivas que afectan directamente a la conciencia del fumador. De los primeros mensajes sobre los perjuicios de los pitillos a mediados de los noventa, se pasó a una información más detallada sobre los componentes del cigarro. Más recientemente se suprimió el sobrenombre «light» de los paquetes con bajo contenido de nicotina para no confundir sobre sus daños. Y finalmente se han impreso grandes mensajes en las cajetillas con frases concisas y directas -del tipo de «fumar mata»-, que alertan sin reparo sobre el peligro vital que supone el tabaco.

Sin apenas conocer las consecuencias que estos mensajes pueden tener en el consumo de tabaco, la UE ha dado un nuevo paso para acorralar más a los fumadores. El pasado lunes aprobó una directiva que pretende, a partir de octubre del próximo año y en los países comunitarios que así lo decidan, ilustrar los paquetes de cigarrillos con imágenes de enfermos de cáncer y de órganos necrosados a causa del tabaco. España, a través de su ministra de Sanidad, Ana Pastor, ha dado su consentimiento para que dentro de un año los paquetes de pitillos muestren a través de fotografías en color los estragos que provoca el tabaco en el organismo humano.

Esta última estrategia comunitaria para cercar progresivamente esta adicción, que es responsable de la muerte al año de cuatro millones de personas en todo mundo, se aplica desde el año pasado en Brasil y Canadá. Para observar los efectos de esta campaña un año después, el Ministerio de Sanidad canadiense realizó un estudio -sobre una muestra de 2.000 canadienses adultos, 633 de ellos fumadores- en el que el 44% de los fumadores encuestados reconocieron que se incrementaba su motivación para dejar de fumar. Asimismo, el 38% de los que habían intentado dejar su vicio durante el año pasado, señalaron que estos anuncios fueron una motivación para proponérselo. En conclusión, la medida ha conseguido concienciar a los fumadores canadienses sobre los efectos del tabaco, pero no ha reducido, en principio, el tanto por ciento de fumadores activos.

En Brasil -donde fuman unos 30 millones de personas de una población de 180 millones- la campaña ha tenido bastante repercusión como así lo asegura un trabajo sociológico realizado por la asociación de expendedores brasileños. Este informe destaca la reacción de rechazo y sorpresa de los fumadores cuando observan las fotografías. «La campaña hizo que los fumadores pensaran más acerca de los efectos nocivos del tabaco», dijo Alex, un expendedor de un puesto de tabaco de Santana do Livramento, una ciudad brasileña fronteriza con Uruguay.

El Plan de Prevención contra el Tabaco del Gobierno español prevé implementar medidas para erradicar el tabaquismo en el periodo 2003-2007. Durante su periodo de vigencia se han marcado diferentes metas a corto y a medio plazo. Entre ellas destacan la elevación de precios, limitar la publicidad de las marcas hasta su eliminación, prohibir el consumo en determinados locales públicos en 2004 y posteriormente en la mayoría de las empresas privadas, y finalmente eliminar las máquinas expendedoras.