Este martes la prensa chilena dio a conocer la Ley Emilia que estipula un incremento en las sanciones a los conductores que estén bajo los efectos del alcohol.

Este trámite refuerza la penalización a uno de los problemas más concurrentes en Chile, cuyas cifras en los accidentes de tránsito por ingesta de alcohol, es una de las más elevadas del continente. Con la publicación de la norma se completa una serie de requisitos para su aprobación, la cual estaba prevista para las Fiestas Patrias.

Cabe destacar que las penalizaciones de Emilia va contra los choferes que superen los 0,8 grados centígrados de alcohol con castigos que varía de entre 3 años a 10 años.

Las sanciones

La sanción aumenta si el conductor tiene su licencia cancelada o algún tipo de restricción para el uso de automóviles, con 5 a 10 años de cárcel dependiendo del caso.

De comprobarse que el agravante causó la muerte o lesión de un tercero, no podrá acceder a la figura de libertad condicional después tres años de prisión. Además, esta nueva norma crea un nuevo delito que se sanciona cuando la persona intenta darse a la fuga, esté ebrio o no.

Otras de las características es la negación a la prueba de alcoholemia. De presentarse tal situación, el chofer puede ser reprendido con una multa de 3 a 10 unidades tributarias, además de la suspensión de su permiso de conducir por tiempo determinado. Mientras que en el caso de comprobarse su responsabilidad en la lesión o muerte de un tercero, deberá pagar una multa de 11 a 20 unidades tributarias, y deberá enfrentar la suspensión definitiva de su licencia.