La multiplicación de las áreas de no fumado gracias a las políticas de lucha contra el tabaquismo tienen también efectos positivos sobre los comportamientos y la salud de los fumadores.

Esos beneficios serán más duraderos en la medida en que esas políticas se integren en una estrategia global contra el tabaquismo.

Así lo reveló un estudio publicado ayer por el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC).

Prohibir el tabaco en el trabajo conlleva una disminución del tabaquismo entre los adultos, ya que los fumadores encienden menos cigarrillos, afirman los investigadores.

Los especialistas subrayan también que la normativa reduce el consumo entre los jóvenes y la morbilidad cardíaca.

Se calcula que en el mundo fallecerán 450 millones de personas durante la primera mitad del siglo a causa del tabaquismo.