El 70% de los españoles que fuma no duda en calificar su condición de fumador como la de un enfermo, según revelan los resultados de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Cuando la misma pregunta se formuló a los no fumadores, el porcentaje aumentó hasta el 75,8%. La mayoría de los adictos al tabaco (88%) manifestó su firme decisión de aceptar ayuda de su médico o del personal de enfermería en caso de que se la ofrecieran.

La encuesta que arroja estos datos se realizó el pasado mes de mayo entre 3.400 pacientes de 125 centros de salud de toda España y sus conclusiones se han presentado en Madrid durante un simposio sobre tabaquismo.

«Hay una clara relación entre la consideración del tabaco como enfermedad y la aceptación del tratamiento para tener éxito cuando lo ofrece un profesional sanitario», ha manifestado el doctor Asensio López Santiago, vicepresidente de la semFYC.

«Tenemos que acabar con la idea de que el abandono del tabaco se resuelve en todos los casos simplemente con el esfuerzo y la voluntad del fumador. Se trata de una severa adición que en bastantes ocasiones se beneficiarán del apoyo con fármacos», añade López Santiago.

Según el cuestionario, el 76% de los fumadores se ha planteado alguna vez dejar de fumar, pero cuando se preguntó a los participantes si serían capaces de lograrlo en el próximo mes, sólo un 33% admitió sentirse en condiciones de alcanzar ese objetivo.

Pero la situación empeora si el plazo para lograr el abandono definitivo del hábito es aún mayor. Así, sólo el 25% estaría dispuesto a dejar el tabaco dentro de seis meses y si el tiempo fijado es de un año, la cifra desciende al 14%. «Esto significa que del 72,2% de fumadores que se ve capaz de dejar el tabaco, sólo lo logra el 5%. Por eso, es imprescindible que el sistema sanitario aproveche los centros de salud para generalizar los programas de deshabituación y tratamiento del tabaco«, señala el doctor Francisco Camarelles, coordinador del Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la semFYC.

En los centros de salud españoles, los médicos de familia y el personal de enfermería ofrecen consejo antitabaco y tratamientos de deshabituación. Está demostrado que el ámbito de la Atención Primaria es el marco adecuado para emprender medidas de prevención e instaurar terapias para dejar de fumar.

Entre 14 y 19 pitillos diarios

La encuesta se realizó durante la VI Semana Sin Humo, una actividad anual de la semFYC que este año se llevó a cabo entre los días 23 y el 29 de mayo.

Los datos son complementarios a los de otra encuesta reciente elaborada por esta misma sociedad científica para conocer mejor cómo es el fumador español. Este trabajo reveló que el fumador en nuestro país lleva más de 10 años fumando fuma una media de 19 cigarros al día si es varón y de 14 si es mujer.

Sobre las diferencias por sexos, el doctor Camarelles asegura que el tabaquismo en la mujer tiene unas connotaciones especiales que hacen necesario un abordaje igualmente especial. «Hay factores como las presiones familiares y laborales o el miedo a engordar que justifican una orientación específica para ellas», explica este experto.

Otra diferencia es que ellos han tratado de abandonarlo el doble de veces que ellas (1,17 intentos frente a 0,56). Como indica el doctor López Santiago, no es que la mujer se encuentre menos capacitada o tenga una dependencia mayor, sino que fundamentalmente se encuentra con menos fuerzas para intentarlo. «Por ello», sostiene, «es preciso orientar de manera especial las intervenciones antitabaco para ayudarlas a que tomen la decisión de dejar de fumar».

El 28% de los españoles desconoce la existencia de tratamientos que ayudan a dejar de fumar. Las mujeres acuden más, en general, al centro de salud y por ese motivo saben (67,5%) en mayor medida que los hombres (55,5%) que los profesionales de atención primaria pueden apoyarles si toman esa decisión.