Un estudio del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada (UGR) revela, en unas fechas en las que aumenta más si cabe el consumeo, que el alcohol en adolescentes altera los niveles de las hormonas sexuales y de crecimiento.
Los resultados del estudio han puesto de manifiesto que en estado de embriaguez, los varones muestran una disminución importante de los niveles de testosterona, mientras que en las mujeres se produce un aumento significativo de los mismos.
Hay que tener en cuenta que la testosterona juega un papel crucial en la pubertad, ya que es la responsable en esta época de la vida de la aparición de los caracteres sexuales del varón como la voz grave, la masa muscular, la distribución de vello corporal, la libido o la potencia sexual.
En cuanto a las mujeres, este aumento de testosterona también es perjudicial, ya que en condiciones fisiológicas los niveles de testosterona son «muy bajos», pues la principal hormona sexual femenina es el estradiol, responsable de los caracteres sexuales femeninos entre ellos del ciclo menstrual.
Los resultados también han demostrado que en ambos sexos se produce una disminución significativa de la hormona del crecimiento. Además, también se debe recalcar que durante la adolescencia se produce el estirón puberal con un considerable aumento de la talla.
Se trata del primer estudio realizado en España que aborda el problema del consumo de alcohol en un segmento de la población más joven, ya que hasta el momento, las investigaciones relacionadas con esta problemática se habían centrado en el estudio de los efectos perjudiciales del alcohol en personas adultas y con un hábito de consumo elevado, prácticamente alcohólicos.