Las mujeres fumadoras tienen el doble riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón que los hombres que tienen el mismo hábito según se desprende de un estudio de más de 10 años de duración llevado a cabo con una técnica de escáner. Estos resultados se han dado a conocer durante la 89ª Asamblea Anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica que se está celebrando en Chicago (Estados Unidos).

El trabajo, realizado conjuntamente por científicos del Hospital de Nueva York y el Centro Médico Cornell, ubicado en la misma ciudad, también concluye que el riesgo de padecer un tumor pulmonar se incrementa proporcionalmente en función de la cantidad de cigarrillos consumidos y del número de años que se ha mantenido el hábito tabáquico. «Cuanto más fumas, más riesgo tienes de desarrollar cáncer de pulmón», advierten los especialistas.

Respecto a las diferencias de género, se descubrió que «las fumadoras tienen hasta dos veces más probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer que los varones, independientemente de cuánto fumen, su edad o del tipo de nódulos que se descubran en sus pulmones», según puntualiza una de las investigadoras, Claudia Henschke, profesora de radiología en uno de los centros hospitalarios co-patrocinadores del trabajo. Sin embargo, pese a la contundencia del dato, admite que por el momento no se sabe porqué el peligro es mayor entre mujeres que entre hombres.

Con la colaboración de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, Henschke y su equipo evaluaron a un total de 2.968 hombres y mujeres mayores de 40 años y antecedentes de tabaquismo. A todos ellos se les realizó una tomografía computerizada (CT, según sus siglas en inglés) para determinar qué factores de riesgo (edad, sexo, o niveles de consumo) influían más en el desarrollo de un cáncer pulmonar al combinarse con el tamaño y textura de los nódulos pulmonares hallados.

En total se detectaron 1.097 nódulos entre los participantes y 77 casos de cáncer de pulmón. Posteriormente, se empleó un modelo matemático para calcular la probabilidad de malignidad en función de los nódulos descubiertos. La matemática demostró que quienes más fumaban eran también quienes mayor riesgo experimentaban.

Respecto a la técnica de escáner empleada, los investigadores aseguran que una tomografía al año es capaz de detectar tumores pulmonares en estadíos aún tempranos, por lo que «podría salvar muchas vidas». «Los resultados obtenidos han demostrado que el TC es una herramienta de diagnóstico del cáncer eficaz», asegura estos investigadores, y que una vez al año es una frecuencia suficiente para identificar esta enfermedad en fases aún curables.

Cuando se detecta uno de estos tumores en fase 1, lo que significa que no es mayor de 10 milímietros de diámetro, las probabilidades de curación son de hasta un 70%. Una cifra que desciende hasta el 5% cuando el cáncer ya ha avanzado a otras fases.