Tal y como explicó Villalobos, a instancias de la senadora del Grupo Nacionalista Vasco Inmaculada Loroño, esta es la primera vez que España autoriza un ensayo clínico de estas características, «después de analizar si la investigación es seria y tiene los contenidos científicos adecuados».
Hasta el momento, recordó la ministra, para que un paciente español recibiera un fármaco derivado del cannabis, su médico debía solicitar la importación bajo la autorización del centro hospitalario y la Agencia Española del Medicamento.

Este es el caso, por ejemplo, de la nabilona, desarrollado por una compañía farmacéutica británica, que ha sido facilitado a pacientes del Sistema Nacional de Salud para determinadas indicaciones -antihemético en quimioterapia-, en determinadas circunstancias y bajo la importación exclusiva del Ministerio de Sanidad.

En la misma línea, Villalobos indicó que también existe la posibilidad de que pacientes determinados reciban un tratamiento que se encuentra en fases clínicas de investigación en un país extranjero, siempre y cuando se den las mismas condiciones: la solicitud del médico, la autorización del hospital y la autorización de la Dirección General de Farmacia.