Los buenos resultados obtenidos por el Plan Nacional sobre Drogas (PND) y la experiencia de España para adaptarse a la Comunidad Europea parecen ser algunas de las claves que han propiciado el éxito español en el programa Twinning o de hermanamientos de la Unión Europea (UE).

Este proyecto, impulsado por la Comisión en 1998, tiene como objetivo asistir y ayudar a los países candidatos a la adhesión a la UE en la modernización de sus estructuras administrativas y en el cumplimiento del acervo comunitario.

Por el momento, de los doce países candidatos que han solicitado propuestas de hermanamiento en materia de lucha contra las drogas, España ha logrado siete: Rumanía, Hungría, Lituania, Eslovenia, Letonia, Chipre y Turquía. El resto de los candidatos han sido Bulgaria, República Checa, Estonia, Eslovaquia y Polonia.

Según ha manifestado Gonzalo Robles, delegado del Gobierno para el PND, «contamos con un modelo global, que incluye la oferta y el control de la demanda; es decir, lo mismo trabajamos la prevención, asistencia y lucha contra el narcotráfico que lo que esté relacionado con la formación judicial o profesional. Nuestro modelo integral es lo que ha destacado de España; un plan que tiene una larga trayectoria y una estrategia nacional aprobada por consenso. Todo esto es lo que más llama la atención entre los países aspirantes».

El «Twinning»

Pero, ¿en qué consiste un proceso de hermanamiento? El primer paso debe darlo el país candidato, que tiene que presentar una ficha de proyecto -project fiche- a la Comisión Europea que incluya una descripción de la situación de drogas en su país, la justificación de la necesidad del hermanamiento y los resultados que espera conseguir.

Además, la ficha debe recoger el presupuesto con el que cuentan: la mayoría proviene de los fondos FARE de la Comunidad Europea -pertenecen a la línea presupuestaria destinada a fortalecer las instituciones de los futuros socios-, mientras que el candidato aporta infraestructuras, instalaciones, personal y medios materiales.

La dotación presupuestaria puede oscilar entre los 400.000 y los 2.000.000 euros y el tiempo en que se desarrollará el proyecto varía entre los 12 y los 24 meses.

La project fiche se entrega a los Quince para que, el que quiera, presente una propuesta para liderar el proyecto de forma individual o en colaboración con otro Estado miembro.

Una vez analizadas todas las propuestas, el país candidato decide con quién se hermanará y redacta una convención que regirá las relaciones entre los dos países.

Elena Garzón, subdirectora general de Relaciones Internacionales del PND, ha señalado que «para preparar el hermanamiento, el país candidato diseña sus objetivos en términos globales y destaca lo que necesita; por ejemplo, contar con una estrategia nacional sobre drogas. Nosotros identificamos a las personas más adecuadas para desempeñar esa tarea en el futuro Estado miembro».

Mejores relaciones

Desde que en 1996 Gonzalo Robles tomara las riendas de la Delegación del Gobierno para el PND, el delegado ha dado prioridad a las relaciones internacionales en materia de drogas, como lo demuestra la creación de la Unidad de Relaciones Internacionales. «España es un referente por contar con una Delegación del Gobierno para el PND, una estructura que no está presente en todos nuestros socios comunitarios. A eso se suma que todavía tenemos reciente el acceso a la UE, lo que nos permite explicar a los futuros miembros cómo hemos ido adaptándonos a todas las normas comunitarias. De ahí que muchos de ellos hayan considerado que nosotros lo podíamos hacer correctamente», ha indicado Garzón.

Para Robles, lo más positivo de este programa es «la creación de estrechos lazos con diversos países que dentro de poco tiempo serán socios nuestros. Lo que se ha logrado es una gran relación con todos los estamentos que van a luchar contra la droga desde los diferentes países: policías, jueces, fiscales y técnicos de prevención. Por lo tanto, los niveles de conocimiento de la realidad de esos países son muy altos y se ha generado una sólida cercanía institucional y personal».