Una investigación de la Universidad de Granada y la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía señala que los jóvenes que hacen botellón están motivados por la necesidad de estar juntos, siendo el beber alcohol «algo accesorio» y advierte de que las administraciones deben tener en cuenta su opinión para solucionar los «excesos» de estas concentraciones juveniles.
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