El consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, anunció ayer que en el II Plan de Drogodependencias de Extremadura, que está a punto de desarrollarse, se incluirá un programa específico sobre las conductas adictivas.
Fernández Vara hizo este anuncio antes de inaugurar el VIII Congreso de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados que. desde ayer y hasta mañana domingo, se celebrará en Badajoz con la asistencia de unos 250 congresistas.
Según el consejero, en Extremadura puede haber entre 5.000 y 15.000 personas adictas a los juegos de azar, de los que en la actualidad hay unos 300 en tratamiento de la ludopatía.
Cada ludópata extremeño gasta una media de 475 euros anuales, 175 menos que la media nacional, situada en 600 euros.
Fernández Vara señaló que el juego patológico hace 25 años era algo desconocido, pero en los últimos años se ha producido un reconocimiento social del problema de la ludopatía.
En niños
«Cuando frente al juego se pierde la libertad se convierte en una adicción», dijo el consejero, que agregó que no existe un perfil muy concreto del jugador de azar, aunque si hay determinados tipos de juego para los que se exige un determinado nivel de recurso económicos.
No obstante, agregó que hay adicciones en niños de 16 y 17 años, fundamentalmente a las máquinas tragaperras.
En este sentido, el presidente de Asociación Extremeña de Jugadores de Azar en Rehabilitación, Bartolomé Gómez, precisó que el mayor número de ludópatas son adictos a las máquinas tragaperras, al ser el juego que tiene un respuesta más rápida.
También alertó del «peligroso» juego del «rasca-rasca», ya que «no tiene un control y está en la calle y puede producir bastante daño».
Para Bartolomé Gómez, la principal empresa del juego es el Estado español, que «no va cerrar la caja porque recibe una gran cantidad de dinero».