Casi un 40 por ciento de los menores de 30 años que murieron en accidentes de carretera en Francia conducía bajo los efectos de cannabis, según un estudio médico cuyos principales resultados publica hoy «Le Parisien».

Este porcentaje se ha doblado entre el 2001 y el 2004, de acuerdo con el informe presentado el pasado fin de semana en un coloquio médico en Compiégne (al norte de París), que se basó en 2.000 pruebas realizadas.

De ese 40 por ciento de fallecidos al volante que habían consumido cannabis -entre 700 y 800 personas al año-, casi tres cuartas partes lo había hecho una hora antes del accidente.

Aunque el consumo de cannabis está prohibido en Francia, los controles de esta sustancia en carretera son muy escasos: 2.000 en el 2003, frente a los 9,5 millones de test de alcoholemia.

El Gobierno francés ha prometido generalizar en el 2006 las pruebas de consumo de estupefacientes por medio de la saliva, pero el sistema todavía no resulta fiable.

Según un sondeo publicado el pasado mayo por el Observatorio Francés de las Drogas y las Toxicomanías, el 35 por ciento de los consumidores «habituales» de cannabis de entre 15 y 29 años reconoció que «con frecuencia» se ponía al volante en las cuatro horas siguientes al consumo de la droga.

La Misión Interministerial de Lucha contra la Droga y la Toxicomanía (MILDT) prepara en la actualidad un estudio sobre este asunto.

A partir de las conclusiones de este trabajo, la MILDT efectuará en la próxima primavera una serie de recomendaciones al Ministerio de Trabajo con el objetivo de preparar un texto legislativo que permita efectuar test de consumo de cannabis en determinadas profesiones de riesgo.

El cannabis es la droga ilícita más consumida en Francia y en el 2003, 4,2 millones de personas de entre 12 y 75 años lo habían probado en el curso del año y, entre éstas, 850.000 al menos diez veces al mes, sobre todo jóvenes, según cifras citadas en un estudio previo.