El tabaquismo es considerado como una enfermedad adictiva crónica capaz de causar la muerte prematura a más de la mitad de aquellos que la padecen. La Organización Mundial de la Salud identifica a todos los profesionales sanitarios como los principales responsables de su prevención y control.
Los distintos acuerdos así como la modificación de la legislación en el control del tabaquismo en España, suponen una mayor demanda asistencial por parte de la población general, a los profesionales sanitarios de servicios relacionados con el diagnóstico y el tratamiento del tabaquismo. Para cubrir adecuadamente dicha demanda es necesario que los profesionales sanitarios tengan una correcta formación académica en tabaquismo.
En este sentido, los profesionales sanitarios juegan un papel primordial en la prevención del tabaquismo, de tal modo que su comportamiento influye a la hora de dar consejo a sus pacientes. Está demostrado que el consumo de tabaco entre profesionales sanitarios supone una barrera a la hora de proporcionar intervenciones eficaces en el tratamiento de la dependencia a la nicotina.
El mejor ejemplo que puede dar un profesional de la salud es no siendo fumador, y demostrando a sus pacientes que el tabaco perjudica su salud. Existe un consenso general en la literatura de que la incidencia de consumo de tabaco entre los estudiantes de ciencias de la salud iguala al de la población general. La bibliografía consultada ha sugerido que entre estudiantes de enfermería existe una falta contenido curricular en el área de tabaquismo y que un incremento en el conocimiento permitiría reducir la prevalencia de consumo y mejorar su comportamiento a nivel social.
Los estudiantes de ciencias de la salud como futuros profesionales de la salud tienen la responsabilidad de adquirir conductas saludables con objeto de desempeñar el papel modélico inherente a su profesión. Las prevalencias de consumo de tabaco entre la población de estudiantes en ciencias de la salud repercutirá en el cuidado que presten.
La hipótesis de la investigación, desarrollada por el autor de este artículo bajo la dirección de Vicente Martín Sánchez y José Manuel de Luis, plantea que una intervención educativa específica, con soporte metodológico y sanitario, en materia de promoción, prevención y deshabituación del hábito tabáquico entre estudiantes de ciencias de la salud, tendrá un impacto en la reducción de la prevalencia e incidencia, así como una mejora significativa de sus conocimientos, creencias y actitudes acerca del tabaquismo. La demostración, a través de esta intervención educativa, facilitará la inclusión de una formación específica, repercutiendo de manera positiva en la salud de los propios alumnos y en la salud de la población, gracias al desempeño de su papel como agentes de la salud.
1397124194 Objetivos. La tesis plantea los siguientes objetivos: conocer la prevalencia, conocimientos y actitudes acerca del consumo de tabaco entre estudiantes de enfermería y fisioterapia; determinar la validez de un cuestionario para detectar consumo de tabaco, y por último, evaluar la efectividad de una intervención educativa en la reducción de prevalencias y en la mejora de conocimientos y actitudes.
Para la consecución de estos objetivos se ha validado un cuestionario en tabaquismo durante dos promociones completas de estudiantes de ciencias de la salud (enfermería y fisioterapia) de la Universidad de León, tanto en el campus de León como en el de Ponferrada. Mediante encuestas se han conocido las características de consumo de tabaco de la población de estudio además de practicar cooximetrías en aire expirado y recoger muestras de saliva para determinar cotinina (metabolito de la nicotina), en aquellos estudiantes que dieron su consentimiento para ello.
A los estudiantes del campus de Ponferrada (grupo intervención) se les ha ofrecido voluntariamente un curso de formación específica en tabaquismo de 45 horas de duración. Posteriormente se ha evaluado el impacto de esta intervención durante tres años comparándolo con el campus de León (grupo control).
La tesis encontró una prevalencia de consumo elevada y similar a la observada en la población de su misma edad. Los estudiantes fumadores presentaron baja dependencia a la nicotina y poca motivación a abandonar el hábito. En el estudio de la evolución de prevalencias se observó una ligera tendencia decreciente en el consumo de tabaco entre los estudiantes, tanto por promoción como por curso. La gran mayoría de los fumadores (90%) se iniciaron en el consumo antes del ingreso en la universidad, lo cual sugirió la necesidad de iniciar las intervenciones con anterioridad mediante la introducción de programas de prevención.
La intervención educativa desarrollada redujo las incidencias de inicio e incrementó las cesaciones. Estas reducciones fueron moderadas y el efecto sobre las prevalencias globales de consumo discretas. La mejora en los conocimientos acerca del tabaquismo se asoció fuertemente a su formación académica y no tanto a la intervención.
Como conclusión se puede señalar que la tesis de estudio sugirió la necesidad de desarrollar políticas de prevención en tabaquismo antes de su inicio en el consumo y poner en marcha programas de tratamiento entre estudiantes universitarios fumadores. Es imprescindible mejorar la formación universitaria entre estudiantes de ciencias de la salud en materia de tabaquismo.