Los programas de deshabituación tabáquica que se inician durante una estancia hospitalaria e incluyen apoyo y seguimiento durante al menos un mes después del alta son efectivos, según han expuesto en el 42º Congreso Neumosur en una mesa sobre tabaquismo y hospitalización.

Las personas que fuman componen un número significativo de los ingresos hospitalarios (en torno a una cuarta parte de los pacientes ingresados son fumadores), por ello el hospital representa una oportunidad única para dejar este hábito. Los participantes de la mesa han insistido en promover, por parte de los propios profesionales sanitarios, la participación de los pacientes en estos programas.

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