Los niños de la calle y las comunidades indígenas son grupos especialmente vulnerables a la incidencia de la epidemia de sida en América Latina, según un informe del Banco Mundial.

En la región hay 40 millones de niños y niñas viviendo en las calles. Frecuentemente se dedican a la prostitución y usan drogas, mientras que no tienen acceso a servicios de salud. “Están concentrados en la supervivencia a corto plazo y los riesgos del VIH-sida les parecen remotos y abstractos”, dice el reporte.

El organismo señala además que los grupos indígenas de América Latina se han salvado hasta ahora de altas tasas de incidencia del sida debido a su “aislamiento geográfico y cultural”. Sin embargo, “datos disponibles sobre otras enfermedades de transmisión sexual y otras infecciones virales y retrovirables humanas dejan claro que existen factores de riesgo en el comportamiento de estas poblaciones”.