Un estudio sugiere que losadolescentes expuestos al humo de cigarrillo de segunda mano
podrían perder audición.

Esto, que un experto consideró «sorpresivo», no prueba que
el tabaquismo pasivo o humo de segunda mano cause pérdida
auditiva, sino que los relaciona y, según los autores del
estudio, es un motivo más para proteger a los no fumadores, en
especial los niños, del humo de cigarrillo.

El equipo del doctor Anil Lalwani, del Centro Médico
Langone de la New York University, planteó que el humo de
tabaco podría afectar el flujo sanguíneo del oído interno, que
es importante para poder oír.

Entonces, analizó datos de una encuesta nacional de salud
de Estados Unidos a 1.500 adolescentes de entre 12 y 19 años.

A todos se les habían realizaron pruebas auditivas en ambos
oídos para detectar problemas con distintos tonos de sonidos y
análisis de sangre para determinar los niveles de cotinina, un
subproducto de la nicotina presente en el humo de cigarrillo.

Un nivel muy alto de cotinina sugiere que la persona sería
fumadora, mientras que un nivel más bajo indica que es probable
que haya estado expuesta al humo de segunda mano.

Los adolescentes con niveles que revelaban una proximidad
prolongada con fumadores eran más propensos a tener problemas
para captar sonidos en las frecuencias más bajas del habla
humana que los participantes sin exposición al tabaquismo
pasivo.

Un 12 por ciento de los adolescentes expuestos al humo de
cigarrillo tenía pérdida auditiva leve a grave en un oído,
comparado con menos del 8 por ciento de aquellos no expuestos,
según publica Archives of Otolaryngology — Head & Neck
Surgery.

«Es sorpresivo», dijo el doctor Joseph DiFranza, de la
Escuela de Medicina de Massachusetts, en Worchester.

«Sabíamos que el tabaquismo pasivo es malo para los niños.
Esto suma otro motivo» para asegurarse de no exponerlos al humo
de segunda mano, agregó DiFranza, ajeno al nuevo estudio.

Según Lalwani, será interesante comprobar si la pérdida
auditiva en niños expuestos al humo de segunda mano también
explicaría en parte otros problemas observados en esa
población, como los trastornos de conducta.

El autor recomendó que los médicos presten atención a las
deficiencias auditivas de los adolescentes expuestos al humo de
segunda mano, ya que los participantes del estudio que tenían
problemas de audición lo ignoraban, aunque afectara su
aprendizaje y lenguaje.

Aun así, DiFranza aclaró que «el nivel de pérdida auditiva
detectado en el estudio no fue suficiente como para recomendar
examinar a esos niños porque sus padres fumaban».

Los autores indicaron que es difícil separar el efecto de
la exposición al humo de segunda mano en la niñez/adolescencia
del efecto durante la gestación. Pero el nuevo estudio sugiere
que «es muy tóxico para el sistema auditivo», dijo Lalwani a
Reuters Health.

FUENTE: Archives of Otolaryngology — Head & Neck Surgery,
online 18 de julio del 2011