Con asignaciones que ascienden a 3.062 millones de rublos (107 millones de dólares), el programa aspira a reducir en un 20 por ciento el consumo de narcóticos en los próximos cinco años, dijo Alexandr Fiódorov, director adjunto de Agencia de Lucha Antidroga.

El programa prevé campañas educativas de prevención, la apertura de centros de rehabilitación para drogadictos y la creación de un centro para la formación de médicos y psicólogos.

En una reunión del Gobierno se informó hoy de que en el país hay 379 drogadictos por cada 100.000 habitantes y que el 60 por ciento de los consumidores de drogas son personas entre los 18 y 30 años.

Los ministros admitieron que el programa es prioritario porque en los últimos diez años el consumo de drogas se ha multiplicado nueve veces y mantiene su crecimiento, especialmente entre las mujeres, según la agencia Interfax.

Fiódorov recordó que oficialmente el Ministerio de Salud tiene registrados oficialmente a unos 500.000 drogadictos, y que de ellos únicamente 50.000 pueden recibir cada año tratamiento médico gratis.

Según las autoridades sanitarias, cada vez son más los adictos a los llamados narcóticos fuertes, entre los que figuran la heroína, estupefacientes sintéticos del grupo de la anfetaminas y otros, elaborados a partir de fármacos producidos en laboratorios clandestinos.

Fiódorov subrayó que la drogadicción tiene estrecha relación con otros flagelos no menos graves en Rusia como el alcoholismo y el consumo o inhalación de substancias de uso industrial que producen alucinaciones.

Además, incide de forma determinante en la criminalidad, principalmente en la inseguridad en las calles y la violencia doméstica.

Según el funcionario, el consumo de narcóticos causa estragos entre los menores que comienzan con la inhalación de gasolina, disolventes y adhesivos para pasar después a la marihuana y de allí a la heroína, las pastillas de LSD y las anfetaminas.

Fiódorov recaló que la drogadicción es un factor clave en la propagación del sida en Rusia, que en los últimos años ha tenido uno de los índices de difusión más altos de Europa.