Unas 150 personas de asociaciones de drogodependencias y sida de varias provincias andaluzas integradas en la Federación Andaluza de Drogodependencias y Sida ENLACE se han concentrado esta mañana en la Plaza de España con motivo del 1 de diciembre, Día Mundial de Lucha contra el Sida. Representantes de ENLACE han entregado al Delegado de Gobierno, Juan José López Garzón, un manifiesto en el que se denuncia que en pleno siglo XXI esta enfermedad continúa haciendo estragos en muchas personas de nuestro entorno que viven situaciones de exclusión social y, especialmente, las que sufren Sida dentro de prisión.

En este encuentro, López Garzón se ha comprometido a estudiar personalmente las propuestas de ENLACE para abordar esta situación y se ha interesado por la realidad actual de las drogodependencias. Una de las peticiones realizadas por el representante de la Federación Provincial de Drogodependencias de Sevilla LIBERACIÓN ha sido “mayor transparencia informativa por parte de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para saber qué está ocurriendo en las prisiones”.

Antonio Escobar, presidente de ENLACE, señala que “la sociedad avanza en nuevos tratamientos contra el sida, pero las prisiones se han quedado atrás y actualmente vivimos una situación cada vez más crítica, ya que hemos alcanzado la cifra más alta de personas encarceladas desde la instauración de la democracia”.

Según Antonio Escobar, “ya no estamos hablando sólo del fracaso de la prisión en su objetivo teórico de reinserción, sino que cada vez es un sistema más inhumano en el que no se respetan derechos básicos de las personas presas, como el Derecho a la Salud. Muchas de las personas que ingresan en prisión ya presentan problemas de salud que empeoran durante su encarcelamiento y en otras ocasiones adquieren enfermedades que no tenían al entrar”.

La población penitenciaria concentra las tasas más altas de enfermedades infecto-contagiosas. Reuniendo distintas estimaciones, la incidencia del VIH se sitúa en torno al 15%, es decir, existen más de 1.800 personas seropositivas en las cárceles andaluzas, mientras que la incidencia en la población general se sitúa entre un 0’2%-0’3%. ENLACE señala que de ellas, aproximadamente entre un 4% y un 5% ha desarrollado el SIDA, por lo que estamos hablando de unas 500 personas presas con SIDA en las cárceles andaluzas. A esta situación se unen las altas tasas de enfermedades prácticamente erradicadas fuera de prisión, como la Hepatitis C, que afecta aproximadamente al 40% de la población reclusa, lo que supone casi 5.000 personas encarceladas en Andalucía (en la calle apenas alcanza el 2%) o la Tuberculosis, que afecta a entre un 30% y un 40% de la población penitenciaria (más de 4.000 personas presas).

El presidente de ENLACE destaca dos aspectos fundamentales: las características de la prisión y la falta de atención socio-sanitaria adecuada. “El hacinamiento y las carencias higiénicas están haciendo estragos y convierten las cárceles en focos de contagio incontrolado, por lo que pensamos que las cifras oficiales esconden una incidencia aun mayor. La media de sobreocupación de las prisiones andaluzas se sitúa en torno al 150%, superando algunas prisiones el 200% de su capacidad, situación agravada con las reformas legislativas emprendidas en la anterior legislatura, que han llevado a más gente a prisión”.

Antonio Escobar denuncia que “esta situación debería convertir a las prisiones en espacios prioritarios de atención sanitaria, pero la realidad es bien contraria”. Las prisiones están concebidas para la custodia y no para atender problemas de salud. Esta prioridad de la custodia frente a lo sanitario se refleja, por ejemplo, en la gran cantidad de citas médicas externas que se pierden por falta de funcionarios para llevar a los presos a los hospitales, o en el predominio de funcionarios de seguridad frente a los sanitarios. Además, el personal sanitario es de atención primaria, sin que existan especialistas en enfermedades infecto-contagiosas.

Todos estos factores influyen en una realidad que nadie puede esconder: “la combinación de enfermedades como el VIH, la Tuberculosis o la Hepatitis C es una auténtica bomba de relojería que está estallando ante la pasividad de Instituciones Penitenciarias”.

Por todo ello, la Federación ENLACE, reclama medidas “urgentes”, como la ampliación de dispositivos que permitan la aplicación de medidas alternativas a la prisión y la excarcelación de personas enfermas, la implantación en las prisiones de los mismos programas de drogodependencias y de salud que existen en la calle, la inmediata integración de la salud penitenciaria en el Servicio Andaluz de Salud y la transferencias de las competencias penitenciarias a la Junta de Andalucía.