Barato. Fumar puede matar, pero a partir de ahora de una forma mucho más barata. Por menos de un euro y medio, un paquete de tabaco. El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo considera esta nueva moda comercial una «maniobra de la industria tabacalera dirigida a captar niños y adolescentes». Cuando, además, España ya era antes de esta campaña el país de la Unión Europea con el tabaco más barato. La campaña ya ha repercutido en las ventas.En los tres primeros trimestres del año, España ha consumido 1.153 millones de cigarrillos más que en el mismo periodo del pasado año. Casi una cajetilla más por cada español, independientemente de que fume o se abstenga.

Legalmente, no existe un precio mínimo establecido para las cajetillas.¿Será porque el Estado ingresa anualmente 7.407 millones de euros en beneficios fiscales? La industria facturó en 2004 cerca de 11.000 millones. Pero la ley de prevención del tabaquismo que entrará en vigor el primero de enero de 2006 puede poner en peligro tan pingües beneficios. Quizá ésta sea una de las razones del abaratamiento. Porque las tabaqueras necesitan captar 500 adictos cada día para compensar la deserción de viciosos arrepentidos y la muerte de los viejos fumadores. Aunque no se puede identificar la etiología exacta de varias enfermedades mortales, el tabaquismo está asociado claramente a patologías como el cáncer de vejiga, de pulmón o de laringe son ejemplos claros. Como tampoco se puede calcular si esos 7.407 millones le compensan al Estado el gasto sanitario derivado del tabaquismo.

La edad de inicio al vicio está situada en España en los 13 años.Socialmente, son las clases con menos recursos y menor poder adquisitivo -particularmente la población inmigrante- las que más engordan las estadísticas. Una tendencia que, sin duda, van a afianzar estas nuevas marcas de tabaco barato que recientemente han invadido los 120.000 puntos de venta que hay en toda España.Estadísticamente, el éxito de estas nuevas marcas ya se cifra en un 13,2% de todo el tabaco vendido en el país.

Un éxito que ni siquiera la propia industria tabaquera había previsto. Algo que los fumadores han podido comprobar. Desde su salida al mercado, es habitual encontrar agotadas estas marcas en estancos y máquinas expendedoras.

El viernes pasado, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, ya adelantó que la política gubernamental contra el tabaquismo va, sobre todo, a ceñirse a un simple axioma: cuanto más caro sea el tabaco, menos fumarán los españoles. «Vamos a intentar, con el apoyo del Ministerio de Economía, que España no sea el estanco de Europa y que fumar no cueste la mitad que en otros países», aseguró en el transcurso, en Salamanca, del acto inaugural del V Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo.Parece que el bolsillo es el único factor disuasorio. Y no sólo lo dice la ministra. La Organización Mundial de la Salud estima que una subida de un 10% en el precio de la cajetilla reduce en un cuatro el tabaquismo.

El actual impuesto especial que grava el tabaco es un 57% de su precio de venta. Es decir, más de la mitad de lo que un fumador se gasta en vicio va directamente a parar a las arcas del Estado.Aunque Salgado, en coordinación con Hacienda, tiene margen legal para igualar -nunca superar- lo requisado por venta de una marca barata con lo que se grava una de las caras. Con una sola firma, el Ducados rubio podría subir, exactamente, 80 céntimos, colocándose en 2,15 euros por paquete. Sólo 60 céntimos menos que un paquete de Winston. Y sus palabras del viernes sugieren que es lo que va a hacer. Aunque quizá no agote el tramo entero y la diferencia final acabe siendo un poco mayor.

Los estanqueros, como Elena Salgado, tampoco están muy contentos con el auge del tabaco barato. Entre otras razones, porque ellos ingresan un margen fijo de un 8% por cajetilla. Es decir, un paquete de Winston les deja 0,22 euros. Mientras una cajetilla de Elixyr sólo aporta 0,12. Y una de Ducados rubio apenas diez céntimos. Por eso es inhabitual ver estas marcas en los escaparates.Incluso, hay expendedores que ni siquiera las tienen a la venta.Una falta de promoción que, sin embargo, no ha mermado su éxito.El sector lo corrobora. En 2004, estas marcas sólo absorbieron el 9,5% de las ventas. En los tres primeros meses de este año, el porcentaje se disparó hasta el 13%. Pero en octubre ya se ha más que duplicado y frisa el 30%.

Parece ser que, de momento, la industria tabaquera española va amortizando sin problemas esos 500 fumadores que pierde a diario por deserción o muerte. De hecho, entre enero y septiembre de 2004 se vendieron 3.488 cajetillas. Cincuenta y ocho menos que en el mismo periodo de este año. Los españoles no fuman más.Fuman más españoles. Y los que se incorporan no son precisamente los mayores de edad.

CLAVES
LOS CIGARROS DE LOS «POBRES»

Una persona que consuma un paquete al día, se ahorra 530 euros anuales si pasa de la marca más cara del mercado a la más barata./ Estudios revelan que un fumador cuesta, a lo largo de su vida, 143.000 euros más que una persona que no tenga el vicio. / El gasto por consumo de tabaco se ha disparado de 7.900 millones a 8.400 en sólo un año