Acceso a la mayor base de datos del mundo con un simple click . Información casi en directo. Actualización continua. Comunicación e interactividad sin levantarse del asiento. Las ventajas de la introducción de la Red en la vida cotidiana han cambiado el mundo laboral, las relaciones sociales y hasta el código comunicativo. Al tiempo que Internet se vuelve imprescindible en la cotidianeidad diaria, los expertos identifican una nueva patología en aquellos que han ensalzado de tal forma sus virtudes que ya no saben vivir si no es conectados.
Estos adictos «dependen y piensan demasiado en Internet y sienten la necesidad de incrementar el tiempo de conexión al ordenador», según el estudio Perfiles de personalidad diferenciales de los usuarios de Internet realizado por la Universidad de Salamanca. Como consecuencia de una sociedad encaminada a la era tecnológica, con un pie rozando el futuro y cada vez más individualista, el estudio habla de usuarios patológicos, caracterizados por «una serie de rasgos de personalidad problemáticos, como ansiedad, timidez, inestabilidad, fobia social e introversión».
No se trata del primer estudio que enciende la alarma social calificando de patológica la adicción a Internet, cuando «aún no hay criterios para crear un nuevo diagnóstico, ya que debajo de la adicción a Internet hay siempre otra patología», según el especialista en psiquiatría Facund Fora de la barcelonesa clínica Teknon. Sin embargo, subraya categóricamente que se trata «de un problema social y de una realidad», aunque hace hincapié en que «hay un tipo de personalidad con unos rasgos que predisponen al trastorno». Fora alerta de que la adicción comienza en el momento en que «algún aspecto de la vida de un individuo queda claramente interferido por su relación con Internet». Para evitarlo, «hay que marcar unos límites de autocontrol básicos, que el ordenador y la Red nunca ocupen el lugar de las relaciones sociales y familiares», puntualiza el psiquiatra.
Si la relación entablada con Internet ya se ha vuelto demasiado estrecha y la adicción ha hecho mella, la primera medida a tomar, según Fora, estaría encaminada a «tomar conciencia del problema, como en cualquier otra adicción». A continuación, «habría que motivarse para el cambio controlando los estímulos que atan a la Red», para, posteriormente, «lograr exponerse a esos estímulos y superarlos».