La ampelografía, el estudio de la forma de las hojas en la viña (Vitis vinifera L.), se ha utilizado históricamente para identificar sus variedades. Este método se basa en el estudio de la forma, tamaño, estructura de las venas y otras características morfológicas de las hojas para distinguir diferentes variedades de viña. La ampelografía ha sido crucial en la viticultura para catalogar la vasta diversidad de especies y cultivares de uva, asegurando una identificación precisa para propósitos de cultivo, reproducción y producción de vino.

Algo similar se había intentado para distinguir las numerosas variedades de Cannabis – un cultivo versátil con una rica historia, que se ha utilizado para la medicina tradicional, la alimentación y producción de las fibras. Domesticado hace unos 12,000 años en Asia Oriental, inicialmente servía para múltiples propósitos antes de que comenzara la cría selectiva para la producción de fibra y drogas. Debido a su capacidad de adaptarse y cambiar según las condiciones ambientales, las plantas de Cannabis pueden alterar drásticamente sus características. El uso extensivo por los humanos a lo largo del tiempo ha resultado en numerosos cultivares y cepas, lo que complica su clasificación taxonómica.

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