Un total de 201 personas fallecieron el año pasado como consecuencia del consumo de drogas, lo que supone una reducción de un tercio respecto a las 302 muertes que se registraron en el 2000, según una respuesta parlamentaria del Gobierno a la diputada socialista María Jesús Arrate.

Barcelona, Madrid y Baleares fueron las provincias en las que se registró un mayor número de fallecimientos por este motivo, con 80, 25 y 19 muertes, respectivamente. La suma de todas ellas representa más de la mitad de los fallecimientos que se produjeron en toda España por esta causa, según los mismos datos recabados por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Por comunidades autónomas, el mayor número de muertes se registraron lógicamente en Madrid (25), Cataluña (82) y Baleares (19), seguidas de Andalucía (15), Galicia (11), Canarias, Valencia y Aragón (todas ellas con 8), Cantabria (6), Castilla-La Mancha (5), Castilla y León (4), Asturias (4), Rioja y Navarra (2), Melilla y País Vasco (1).

En las comunidades autónomas de Extremadura, Murcia y Ceuta no se registró ninguna muerte. La respuesta parlamentaria destaca no obstante que los datos que constan son aquellos en los que ha existido intervención policial, desconociéndose en muchos casos la sustancia concreta causante del fallecimiento.

Asimismo, las muertes ocurridas en los centros hospitalarios y asistenciales que tuvieron vinculación con las drogas no son comunicadas por estos centros al Ministerio del Interior, ya que sus propios servicios de Toxicología comunican directamente la etiología del fallecimiento a los órganos jurisdiccionales correspondientes.