La noticia es “Washington incluye a Bolivia en su lista negra del narcotráfico”(el periódico 17/09/2008). Queda bastante claro que en la mayoría de ocasiones la mencionada lista les sirve a los americanos para aplicar medidas en contra de los países que políticamente están en su contra, se apartan de su ideario y de sus intereses económicos. De la misma forma que en la prohibición de las drogas detrás de la bandera de la protección de la salud publica se escondían los verdaderos motivos, políticos, económicos y raciales, detrás de la lista hay oscuras razones políticas y económicas. Yo me pregunto ¿por qué no se incluyen ellos en esta lista? Estados Unidos aun teniendo la experiencia del fracaso de la prohibición del alcohol sigue empecinado en su nefasta política de prohibición de las drogas, a pesar de su rotundo fracaso, como en su día fracasó la Ley Seca, aunque la diferencia es que esta última duró solo catorce años y en las demás drogas parece que va para largo, no falta mucho para que se cumpla un siglo. Del dicho al hecho hay un gran trecho y esta sentencia le sienta como anillo al dedo a Estados Unidos, por un lado la prohibición y por otro se han convertido en el primer país productor de cannabis en el mundo, ¿paradójico no? Según el informe de Gettman produce anualmente unos 35.800 millones de dólares de marihuana (casi diez mil toneladas en 2005, diez veces lo producido en 1981, un 25% de la producción mundial), lo que hace que sea el cultivo más rentable del país, por encima del maíz y el trigo combinados y la soja. El valor de la producción de maíz es de 23 mil millones de dólares, la soja 17.600 millones y el heno 12.200 millones. California concentra un tercio de la producción nacional de marihuana y es mayor que el de las uvas, el heno y los vegetales juntos. El cannabis es el cultivo más rentable en 12 estados, uno de los tres que genera más dinero en 30 estados y uno de los cinco primeros en 39 estados. La deducción lógica es que Estados Unidos es el mayor traficante de cannabis del mundo y como consecuencia debería de estar en la famosa lista. Mientras en su país proliferan las plantaciones de cannabis en Sudamérica para combatir la producción de coca  promueve y utiliza la fumigación con glifosfato que además de las plantaciones de coca aniquila la flora y la fauna de estos países, incluyendo el cultivo del café que debería de ser el sustitutivo de las plantaciones de coca, además de perjudicar seriamente la salud de los habitantes de la zona. Les importa muy poco los efectos del glifosfato en los demás países, pero en el suyo la cosa ya cambia, se niega a usar este químico en su territorio, la explicación es muy sencilla según dijo a la prensa Jackie Long, agente especial supervisor de la Oficina Antinarcóticos del Departamento de Justicia de California, “hay muchos herbicidas que pueden ser usados, pero lamentablemente, debido a que los cultivos están en el bosque, y están mezclados con los árboles y la maleza, fumigar con herbicida devastaría el bosque entero. “Así que eso no pasará aquí”.

Prohíben las drogas y son el primer país productor de cannabis, y siete millones de americanos se drogan con productos farmacéuticos, que representa más del doble de adictos a la cocaína, heroína, metanfetamina, inhalantes, éxtasis y alucinógenos. Seguramente esta es la razón por la cual las multinacionales farmacéuticas apoyan y financian la política de prohibición. Paradójico también.

Emplean glifosfato para la erradicación de las plantaciones de coca pero en su país no lo usan para erradicar las plantaciones de cannabis porque desforestan y perjudica a animales y personas.

A pesar de la práctica de esta doble moral los países occidentales, por motivos políticos y económicos, siguen al pie de la letra las directrices que Washington marca en política de drogas y la tan repetida lucha contra las drogas para proteger la salud pública es la mayor falacia que jamás se haya dicho. Ya empieza a ser hora que los países de la UE dejen de ser mansos corderitos guiados por Estados Unidos y en el tema de las drogas, y en muchos otros, y tengan su propia personalidad basada en el estudio de los motivos del fracaso de la prohibición, que sólo ha logrado aumentar el consumo y de forma exponencial el narcotráfico, con lo cual muy poco o nada están protegiendo y apoyando la tan nombrada “Defensa de la Salud Pública”.

Firmado: Joan Manuel Riera Casany
Voluntario social