No sé si el señor Silvio Orta Cabrero es adicto a alguna sustancia aunque ahora no consuma, tanto si lo es como si no lo es, quiero dejar plasmado en este escrito mi opinión como protagonista sobre este tema, Yo soy adicto al alcohol, aunque hace diez años que no consumo, y un familiar cercano es adicto a la cocaína aunque tampoco consume desde hace dieciocho años. Soy voluntario de la Ong. ABD en el C.A.S. de Sarriá (Centro de Atención y Seguimiento de drogodependientes) en el que empezamos mi familiar y yo como usuarios y yo he acabado como voluntario.

Desde mi perspectiva yo veo que el hombre se mueve con más facilidad en la superficie lunar que en la superficie de la tierra ya que su fuerza de gravedad es mucho menor. Si te enseñan y aprendes a moverte en ella es más fácil saltar y caminar. La regla de oro para que la sociedad y la familia no te rechacen es admitir que lo eres aunque no consumas y que la adicción es una enfermedad. No es una vergüenza serlo, muy al contrario es un orgullo serlo, reconocerlo y no consumir. Para dejar el consumo es importante la ayuda que recibes de médicos, terapeutas y profesionales de la drogadicción pero lo imprescindible y que más merito tiene es tu propia decisión de dejarlo y fuerza de voluntad en seguir absteniéndote y de esto estoy tan orgulloso que nunca he intentado esconder mi adicción.

No lo he ido pregonando a los cuatro vientos pero cuando ha sido necesario lo he reconocido. Lo he reconocido como en el caso que tuvo lugar en un restaurante (caso verídico) en el que el camarero demasiado atento no paraba en intentar que probase el vino, cuando me cansé y sin que se me cayesen los anillos le dije “mire Ud. no se ponga pesado  yo SOY ADICTO al alcohol, hace siete años que no bebo y me esta prestando un flaco favor”. El camarero con el rabo entre las piernas y pidiéndome excusas se retiró y luego me siguió atendiendo procurando hacerlo cada vez mejor, como ésta muchas anécdotas más pero después de cada una yo me he sentido mas satisfecho conmigo mismo.

Yo no me siento un vicioso, degenerado, delincuente y mucho menos apestado. Yo soy un adicto que ha dejado el consumo gracias a la ayuda del entorno y a mi firme decisión de no consumir.

La sociedad, los amigos y la familia sólo me han apoyado y una vez dejado el consumo han reconocido el valor que tiene que fuera capaz de dejar el consumo, ni una sola palabra de desprecio ni insultos ni flagelaciones muy al contrario comprensión, apoyo y ayuda.

Para mi ser ADICTO es un problema de salud, a los que tienen una idea equivocada con diálogo hay que explicarles el problema que es y lo que cuesta salirse, normalmente lo entienden pero si no es así para mi el problema es suyo no mío. Con mi orgullo mi autoestima se ha incrementado exponencialmente porque sé que he sido capaz de vencer en un reto difícil, duro y complicado.

Para tener éxito en el abandono del consumo algo importante es estar orgulloso de afrontar la lucha contra él y por eso ESTOY ORGULLOSO DE SER ADICTO Y NO CONSUMIR y de la respuesta que me ha dado la familia, los amigos y la sociedad.

Firmado: Joan Manuel Riera Casany
Adicto y voluntario social