En principio el tratamiento de metadona es un paso para el abandono de la adicción a la heroína y otros opiáceos con el fin de poder reintegrarse a la sociedad y al mundo laboral, las dos cosas son más bien una ilusión que una realidad.

Los usuarios de metadona se desarrollan en diferentes circunstancias. En principio su situación es la de buscar trabajo, no tienen ingresos o muy exiguos y a veces no tienen donde vivir o tan sólo dormir, para complicar más su incorporación, encima, bastantes están infectados por el VIH. Todo esto representa que a la hora de querer incorporarse a la sociedad encuentren en ésta un fuerte rechazo debido a la triste y equívoca imagen que tienen de ellos. Por un lado la mayoría de la gente los califica como viciosos en lugar de considerarlos enfermos, como lo que realmente son, y por otro si sufren el VIH están considerados como apestados y los rechazan porque debido a la falta de información piensan que con el solo hecho de estar con ellos se pueden infectar.

El estado es triste e inquietante porque las posibilidades de su reincorporación se hacen muy difíciles debido al repudio que sufren por parte de la sociedad.

Su situación es como la de un pescado que se muerde la cola, no tienen dinero porque no tienen trabajo y no tienen trabajo a consecuencia de las dificultades que se encuentran y que les ponen las personas y las empresas. Una gran parte desea hacer cursos de capacitación para  tener más facilidad a la hora de buscar trabajo pero no pueden porque tienen que vivir y se acogen a cualquier trabajo para poder subsistir y en algunos casos no tienen otra salida que delinquir, y entonces no es su adición la que los hace delinquir sino el rechazo que sufren por parte de una sociedad que encima presume de solidaria.

Ante este panorama tendrían que ponerse a término medidas para hacer más fácil su intención de reincorporación. La primera es que se tenga claro que la adición es una enfermedad y como tal se tiene que tratar dándole tratamiento apoyo y ayuda. La segunda es recordar, hasta la saciedad a la sociedad, que el VIH no se transmite por contacto casual como abrazar o tocar, ni por objetos como pueden ser los asientos de los W.C. o platos, ni por picaduras de mosquitos. La infección se transmite mediante el contacto sexual incluyendo el sexo anal, oral o vaginal, por transfusiones de sangre o por agujas infectadas (intercambio jeringas entre drogodependientes) y en mujeres embarazadas al feto o al dar de mamar. Que el infectado por el VIH es una persona y que no es ningún apestado ni intocable y que hace falta apoyarle y darle ayuda.

Por parte de las Administraciones se tiene que procurar que tengan lugar para vivir y dormir, si no lo tienen, potenciando lugares de acogida mientras no tengan recursos parar tener un hogar propio y evitar que duerman en la calle. A todos los que reúnan condiciones para obtener un título con los cursos que gratuitamente se imparten para los que están en el paro sin cobrar,  se les  tendría que dar acceso a estos cursos con prioridad, y para que lo puedan hacer se tendrían que instaurar unas ayudas mensuales con dinero para que puedan subsistir y acudir a los cursos. Estas ayudas no tendrían que ser a fondo perdido sino que se podría establecer un sistema para que una vez tengan trabajo fueran devolviendo la ayuda recibida a un tanto razonable cada mes.

Ya empieza a ser hora de que el ser solidario no sea de boquilla.

Firmado: Joan Manuel Riera Casany
Voluntario social