El GHB (gamma hidroxibutirato), denominado éxtasis líquido es, desde el 20 de febrero, más de cuatro años después de que empezara su consumo, una droga ilegal que se puede perseguir policial y judicialmente. España ha decidido declarar ilegal la sustancia después de que la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas la haya incluido en la lista de productos prohibidos.
Durante estos años de absoluta impunidad, las diferentes policías que han querido combatir el tráfico de éxtasis líquido se han dado de bruces con el vacío legal. «La normativa siempre va por detrás de lo que ocurre en la calle, pero es evidente que la inclusión del GHB en la lista de sustancias ilegales nos permite, a partir de ahora, luchar contra una droga que está haciendo mucho daño», declaró un portavoz de las fuerzas de seguridad del Estado.
DEVOLVER AL PROPIETARIO
Hasta ahora, la situación rozaba el ridículo. En más de una ocasión, los jueces han obligado a la policía a devolver a sus propietarios los botes de éxtasis líquido que les habían incautado.
El Código Penal sólo permitía a los investigadores perseguir a los traficantes de éxtasis líquido si demostraban ante un juez que la sustancia intervenida había causado un daño concreto en la salud pública. Todos los intentos de los cuerpos policiales han sido vanos.
A pesar de que no se ha producido en España ninguna muerte por consumo de éxtasis líquido, sí se han incrementado las asistencias médicas en los servicios de urgencias de los hospitales. «Los consumidores deberían tener muy claro que, ahora mismo, nadie puede saber cuáles son los efectos que a largo plazo puede tener el consumo de GHB», manifestó el mismo portavoz de las fuerzas de seguridad.
La orden de inclusión del GHB en el listado de sustancias psicotrópicas salió publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 19 de febrero y llevaba la firma de la ministra de Sanidad, Celia Villalobos. Un día después entró en vigor. Los gabinetes jurídicos de cada cuerpo policial ya han comunicado a sus respectivas unidades antidroga la reciente ilegalidad del GHB.
Durante estos escasos dos meses no se ha producido ninguna operación policial contra el GHB, una droga que, a diferencia de otras como el éxtasis o la cocaína, tiene un consumo muy irregular. Aparece y desaparece de los circuitos habituales de comercio ilegal, aunque siempre es fácil poder adquirirla en internet.
AVISOS EN LA DISCOTECA
A finales del año pasado, el consumo de GHB se disparó en las discotecas catalanas. La distribución llegó a ser tan extendida que, por ejemplo, un conocido club de baile de Barcelona colgó en las paredes de los baños carteles advirtiendo a sus clientes del alto riesgo de consumir GHB. Ahora, el consumo parece haber descendido notablemente.