El consumo de drogas, alcohol y tabaco como enemigo mortal fue la dramatización que presentaron estudiantes de la unidad educativa Darío Guevara a niños y adolescentes de la casa de acogimiento de la fundación Proyecto Salesiano, en El Pisque, norte de Ambato.
La dramatización reflejó el posible abandono de niños y adolescentes cuyos padres emigraron, quedaron al cuidado de los abuelos y son vulnerables a compañías que los podrían inducir a consumir drogas, incluso a costa de robos. Los riesgos de quedar grave de salud, ir a hospitales por sobredosis, a la cárcel e incluso morir fueron parte de la dramatización.
Vanessa, Victoria y Freddy, estudiantes de la unidad educativa, participan en esta campaña que además destaca que los efectos nocivos de las drogas se evidencian a largo plazo y que el daño no solo lo padece el que la consume, sino todo su entorno. «Es bueno hablar de joven a joven» para que el mensaje llegue de mejor manera, destacan estos adolescentes.
Gloria Vargas, coordinadora de los campos de acción de la unidad educativa Darío Guevara, de la parroquia Cunchibamba, lamenta que jóvenes que trata no son ajenos al consumo de bebidas de moderación, por ello, a través de las dramatizaciones se busca evitar que los chicos piensen que tomar en un fin de semana es algo normal.
Dice que la situación se agrava en ciertos casos cuando hay padres que han emigrado, son analfabetas o toman bebidas alcohólicas, lo cual torna difícil el control de los menores. «Crecen con la idea de que es natural porque ‘mi papá toma’. Hay padres que no tienen para la comida, pero para una fiesta sí».
Dos chicos internados en la casa de acogimiento, de 16 y de 17 años, aseguran que por diferentes circunstancias escaparon de sus casas y salieron a «vivir en las calles», en donde advierten que hay peligros como el consumo de drogas. Consideran positivo el mensaje transmitido en la dramatización.
James Manzano, coordinador de la fundación Proyecto Salesiano, casa de acogimiento institucional, dice que al lugar llegan niños y adolescentes a los cuales les han sido vulnerados sus derechos, que salen de sus hogares y van a las calles.
Jenny Barrionuevo, secretaria del Consejo Cantonal de la Niñez de Ambato, señala que se coordinaron las acciones para que los estudiantes compartan experiencias de vida con niños y adolescentes de diversas entidades que los acogen. Este es el inicio de acciones similares previstas para llegar a más menores y jóvenes.