Un estudio realizado por un grupo de especialistas en tabaquismo revela que los adolescentes fumadores se encuentran en mayor riesgo que los no fumadores de comenzar a consumir sustancias estupefacientes como la marihuana o la cocaína.

El relevamiento fue llevado a cabo en conjunto por la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y la Red Tabaco o Salud de la Ciudad de Buenos Aires, y fueron encuestados 1.279 alumnos de cuarto año y 1.391 de primer año de 37 colegios secundarios porteños.

Según el estudio, que estuvo a cargo del doctor Isidoro Hasper, entre los chicos de cuarto año los fumadores sienten 8,6 veces más curiosidad de probar marihuana y 12,2 veces más curiosidad de probar drogas duras que los no fumadores.

«Todas las drogas llevan a un origen común: el tabaco», afirman los autores del trabajo, citados por un matutino porteño.

El 35,2 por ciento de todos los entrevistados fumaba, y entre ellos las mujeres más que los varones, ya que el primer grupo está conformado por el 39,1 por ciento y el segundo por el 31,9 por ciento de fumadores.

A través del estudio pudo determinarse que las mujeres tienden a fumar más habitualmente que los hombres, aunque son menos propensas a consumir otras drogas adictivas, salvo que sean fumadoras de más de veinte cigarrillos por día.

Del total de fumadores varones de entre los chicos de cuarto año entrevistados, el 41 por ciento es fumador «liviano», es decir que fuman menos de 10 cigarrillos diarios, y el 61,5 por ciento es fumador «pesado», que consumen habitualmente más de veinte cigarrillos por día.

Entre el total de mujeres fumadoras, el 59 por ciento resultan ser fumadoras «livianas», y el 38,5 por ciento «pesadas».

Seis de cada diez de las fumadoras «pesadas» sometidas al estudio reconocieron fumar marihuana, mientras que cuatro de cada diez consumían otro tipo de sustancias duras.

Asimismo, según estableció el trabajo de investigación, es condicionante de que los chicos comiencen a fumar que en el grupo de amigos la mayoría fume, más que si fuman los padres y el resto de la familia.

Por otra parte, entre los chicos de primer año del secundario, el 22,2 por ciento fuma entre 1 y 35 cigarrillos por día, y cinco de cada diez intentó infructuosamente dejar el hábito. Además, el 6,8 por ciento reconoció tomar alcohol todos los días.

Entre los fumadores del primer año, el 40,3 por ciento había bebido en exceso al menos una vez en el último año, y entre ellos el 11,8 por ciento había probado alguna droga, mientras que el 45,7 por ciento lo había hecho en más de tres ocasiones.

Luego de ambos relevamientos, se concluyó que existía una mayor relación entre el consumo de tabaco y alcohol, marihuana y otras drogas. Mientras que en los chicos de primer año, las adicciones son al tabaco y el acohol, en los de cuarto año aparece el consumo de drogas.

Según el informe, el 13 por ciento de los chicos que alguna vez probaron drogas las siguen consumiendo, mientras que los que probaron marihuana tienen 35 por ciento más riesgo de consumir estupefacientes duros, como la cocaína.

Hasper, autor del trabajo, sostiene que «si pudiéramos evitar que los chicos empiecen a fumar, cuánto éxito tendríamos en la prevención del consumo de alochol y de marihuana».

El especialista en tabaquismo interpreta que el problema se debe a que el tabaco tiene publicidad y auspiciantes, ya que si bien la mayoría de la gente reconoce que el tabaco es malo, no tiene real conciencia de lo que puede provocar.

De las 40 mil muertes por año que provoca el consumo de tabaco en Argentina, los fumadores tienen 20 veces más riesgo que los no fumadores de sufrir cáncer de pulmón, proporcionalmente a la cantidad de cigarrillos fumados y años de acción.