La futura Ley de Prevención del Consumo de Alcohol, que será aprobada por el Consejo de Ministros a finales de noviembre o principios de diciembre, excluirá el vino al introducirse en el anteproyecto de ley una disposición adicional «por la que se deja de regular sobre cualquier sustancia que tenga una normativa específica» (Ley del Vino), según fuentes consultadas por ABC. Lo que también significa que en esa ley seguirán incluidas todas «aquellas bebidas cuyo contenido o graduación alcohólica sea igual o superior al uno por ciento de su volumen», excepto el vino.

Así, en la Ley del Vino que será aprobada hoy por el Consejo de Ministros no se contemplan medidas que se refieran a prohibiciones de consumo y publicidad, medidas que serán posteriormente incluidas en el trámite parlamentario a través de una enmienda que debe abarcar el núcleo principal de la ley contra el alcohol. En concreto, se ha pactado el cumplimiento absoluto de los artículos 16, 17, 18 y 19, que se refieren a las prohibiciones de venta y dispensación a menores, lugares prohibidos para la venta, la dispensación y el consumo, restricciones sobre establecimientos, horarios y formas de venta, y limitaciones a la venta, dispensación y consumo durante la celebración de concentraciones públicas.

En cualquier caso, distintas fuentes coinciden en que la filosofía que habrá que mantener «es la prohibición de la venta o dispensación, incluso gratuita, de todo tipo de bebidas alcohólicas (incluido el vino) a los menores de 18 años» y que «en la publicidad se incida en que no es bueno el consumo abusivo de vino».

Meses de negociaciones

A la decisión de excluir el vino de la ley de prevención del alcohol y que se regule por su propia ley se ha llegado después de meses de negociaciones entre distintos ministerios y «de presiones del sector agrario», que podrían continuar hasta conseguir que en el trámite parlamentario no se introduzcan al completo los citados artículos y se permitan ciertas excepciones, como sería obtener permiso para la venta o dispensación de vino en centros de trabajo o no poner restricciones horarias a su venta en establecimientos.

Las conclusiones que sacan las fuentes consultadas por este periódico es que «el espíritu de la ley quedará igual, pero se ha tenido una gran sensibilidad con el sector del vino, y aunque no cambie gran cosa, tendran ciertos beneficios». Entre estos beneficios se citan las promociones, que «se les dejará regular siempre que se respete el tema de los menores, la publicidad en revistas especializadas y el permiso para incluir separatas en distintas publicaciones». Tales posibilidades quedaban prohibidas hasta ahora en los artículos 24 y 28 de la ley de prevención del consumo de alcohol. En el primero de ellos, se prohíbe la inclusión «de separatas o encartes cuando éstas no se presenten en el interior de las publicaciones a las que acompañan», y el segundo limita las actividades de promoción de bebidas alcohólicas en ferias, fiestas, certámenes, exposiciones, muestras…».

Consumo moderado

De hecho, la intención que ha mostrado en público el Ministerio de Agricultura en los últimos días es aumentar la promoción del vino como «alimento vinculado a la dieta mediterránea» para conseguir más presencia de los excelentes vinos que se producen en España tanto dentro como fuera de nuestro país, fomentar el consumo moderado entre los mayores de edad y mantener la prohibición a menores de 18 años.