Las mujeres que fuman habitualmente entran en la menopausia una media de dos años antes que el resto de la población femenina, según informaciones de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid).

Este hecho se debe a que el tabaco produce alteraciones en las hormonas femeninas, especialmente las que regulan el ciclo menstrual, los estrógenos.

«Teniendo en cuenta el incremento de la esperanza de vida de los españoles, se puede decir que la mujer fumadora se ve abocada a vivir más años de su vida en período de menopausia», ha comentado el Dr. A. Santa-Cruz Seminiani de Neumomadrid.

En este sentido, se ha de destacar que el organismo de una mujer que fuma presenta los síntomas y complicaciones relacionados con la menopausia, como por ejemplo los sofocos, osteoporosis, alteraciones cardiovasculares o sequedad de la piel.