Las mujeres que consumen drogas recreativas, como la cocaína y el éxtasis, cuando conciben un hijo y en los primeros meses de embarazo elevarían las chances de que sus bebés desarrollen un cierre anormal de la pared abdominal por el que sale parte de los intestinos.

La malformación congénita se conoce como gastrosquisis.

«Estudios epidemiológicos realizados en la última década mostraron un aumento global constante en la prevalencia de gastrosquisis de nacimiento», en especial entre las madres jóvenes, escribió el equipo dirigido por la doctora Elizabeth S. Draper, de University of Leicester, en el Reino Unido.

El estudio y las conclusiones fueron publicados en American Journal of Epidemiology.

«La búsqueda de la causa de esta sólida relación con la escasa edad materna impulsó el estudio en el área», agregaron los autores.

Los investigadores realizaron un estudio caso-control en tres regiones del Reino Unido; allí, identificaron a 165 bebés con gastrosquisis nacidos en un período de 32 meses. El estudio incluyó a 144 madres y 432 «controles».

El equipo halló que el consumo de drogas de venta callejera durante el primer trimestre del embarazo duplicaba el riesgo de tener un bebé con gastrosquisis. Pero ese riesgo se triplicó cuando se trataba de drogas que contraen las arterias, como la cocaína, las anfetaminas y el éxtasis.

Los autores observaron también un aumento del riesgo de gastrosquisis en los bebés de mujeres que consumían aspirina o fumaban cigarrillos durante el primer trimestre o que habían tenido infecciones o enfermedades ginecológicas antes del embarazo.

«El mensaje de salud pública de este estudio es que existe la necesidad de reducir estos factores de riesgo entre las mujeres jóvenes antes de que queden embarazadas para, así, evitar que siga aumentando la prevalencia de la gastrosquisis de nacimiento», concluyó el equipo.

FUENTE: American Journal of Epidemiology, 15 de febrero del 2008