Un estudio realizado por la Sociedad Española de Toxicomanías (SET), que se hará público próximamente, señala que “el alcohol tiene una importante presencia en el escenario de las agresiones físicas. Casi la mitad de las víctimas (47,0%) indican que alguno de los dos miembros de la pareja había estado bebiendo antes de producirse la agresión, bien sólo el agresor (25,9%), bien el agresor y la víctima (16,7%) o bien sólo la víctima (3,5%)”.

Entre las conclusiones del estudio denominado “Genacis”, patrocinado por la Generalitat Valenciana, el gobierno Cántabro y la Xunta Galega también apunta que “las víctimas que beben abusivamente registran unos niveles de victimización a manos de su pareja del 7,4%, tres veces superiores a las observados entre las personas abstinentes (2,1%)”.

Por otra parte, el estudio observa “una intensa correlación entre los niveles de victimización y el consumo de drogas ilícitas. Entre las víctimas que han consumido cánnabis en el último año las prevalencias de las agresiones físicas sufridas alcanzan el 5,4%, llegando al 10,9% entre los consumidores de las restantes drogas ilícitas”.

Asimismo, de este documento se desprende que “a medida que se incrementa el consumo de alcohol crece la frecuencia de las agresiones físicas infligidas, detectándose entre los bebedores abusivos la presencia de un 7,8% de maltratadores, frente al 0,9% observado entre los abstinentes”.

Durante el transcurso de la rueda de prensa, celebrada ayer en el I Congreso Europeo de Trastornos Adictivos que se está desarrollando en Alicante, el presidente de Socidrogalcohol y especialista en alcoholismo, Antoni Gual, respondió a preguntas de los periodistas que “el consumo de alcohol está decreciendo en el sur de Europa, aunque en el norte, excepto Suecia, se detecta una línea ascendente; además, se ha producido en los últimos años una incorporación de la mujer al consumo de alcohol”. Gual añadió que “uno de cada tres episodios de violencia doméstica está asociado al consumo de alcohol”.