El martes publicamos la noticia sobre la petición de la ONU de abolir la pena de muerte relacionada con los delitos de drogas a los países en los que sigue existiendo.A través del informe 2019 de Harm Reduction International (HRI) podemos ver más en detalle cuál es la situación actual en el mundo.
HRI ha identificado 35 países con pena de muerte para los delitos de drogas, aunque solo un pequeño número lleva a cabo ejecuciones de forma regular. De hecho, seis de estos estados están clasificados por Amnistía Internacional como abolicionistas en la práctica. Esto significa que no han llevado a cabo ejecuciones por ningún delito en los últimos diez años (aunque en algunos casos todavía se pronuncian condenas de muerte), y se cree que tienen una política o práctica establecida de no llevar a cabo ejecuciones. Otros no han condenado a muerte ni ejecutado a nadie por un delito de drogas, a pesar de tener leyes específicas vigentes.
En el informe, igual que hicieron en Talkingdrugs con el mapa sobre la despenalización del que hablamos hace unas semanas, un mapa interactivo muestra qué países mantienen en la legislación la pena de muerte y con qué intensidad se lleva a cabo. Los Estados de alta aplicación son aquellos en los que la condena a muerte por delitos de drogas y / o las ejecuciones son parte regular y dominante del sistema de justicia penal. Los Estados de baja aplicación son aquellos donde las ejecuciones son un hecho excepcional, aunque pueden haberse llevado a cabo, mientras que las penas de muerte son relativamente comunes. Los Estados de aplicación simbólica son aquellos que tienen la pena de muerte por delitos de drogas dentro de su legislación pero no llevan a cabo ejecuciones, o al menos no ha habido ningún registro de ejecuciones por delitos de drogas en los últimos diez años; aunque algunos de estos países ocasionalmente dictan sentencias de muerte por delitos de drogas.